El Rayo Vallecano Femenino ha sumado su primer punto de la temporada 2021/2022. Con suspense. Y no sólo deportivo, también institucional. Porque si algo se le da bien a la entidad franjirroja es acumular desastre tras desastre. Sobre todo en lo referente a la sección femenina. A la hora a la que debería haber comenzado el encuentro, las jugadoras ni habían salido a calentar. La sombra del aplazamiento o incluso de la suspensión sobrevoló la ciudad deportiva del Ensanche de Vallecas.

Todo por el mal estado del césped de hierba artificial en una de las áreas. Instalado en el 2019, usado por infinidad de equipos para entrenamientos y partidos y sin un mantenimiento y un riego adecuado, se ha resentido y presentaba calvas en el punto de penalty y el área pequeña. La RFEF pidió cambiar el campo. El Sporting de Huelva no podía jugar en césped natural por falta de material y el resto de campos estaban peor que el 4.

Con un poco de caucho y mucha voluntad de acuerdo de futbolistas rayistas y onubenses se pudo jugar pese al suspense. Y la duda se hizo fuerte en la Ciudad Deportiva cuando la colegiada dio el pitido inicial. Las imprecisiones de ambos equipos se dieron la mano con la intensidad, la lucha y la brega de las 22 protagonistas. Las andaluzas ahogaban con su presión la salida de balón de las franjirrojas. La zaga rayista abortaba una y otra vez los ataques de las de Huelva.

Hasta casi el descanso no asistimos al primer disparo a puerta. Larqué metía una mano tras un derechazo de Kanteh cuando la bola ya se iba para dentro. El travesaño hizo el resto del trabajo. 0-0 al descanso. Con suspense.

La segunda parte arrancó sin cambios. Ni de jugadoras ni de guion de juego en ninguno de los dos equipos. Mejoró algo el Rayo que se hizo con el mando del encuentro. El Sporting de Huelva leyó a la perfección lo que el partido necesitaba. Jugaba sus cartas con balones en largo y cortaba constantemente las transiciones rápidas de las locales a base de faltas y fueras de juego.

Cuando mejor estaba el Rayo llegó el susto visitante. Contra onubense para dejar sola a Kanteh e intervención milagrosa de Patri Larqué. No fue la única de la segunda mitad. Pocos minutos después repitieron las mismas protagonistas en otro mano a mano al que fue abajo la guardameta convirtiéndose en un muro infranqueable. Quejigo movió el banquillo para dar descanso a Pauleta y Yoko, dos de las mejores futbolistas del encuentro, y meter dinamita arriba con Isadora y Bulatovic.

El último cuarto de hora fue franjirrojo. La delantera montenegrina lo intentó hasta el último segundo. Literalmente. Su zapatazo fue rechazado por Chelsea a córner. Un saque de esquina que la colegiada ni siquiera permitió sacar. 0-0 con suspense hasta el final. El Rayo suma su primer punto y su primera portería a 0. Y ahora tendrá que hacerlo bueno a 413 kilómetros de Vallecas. Domingo 11:30: Eibar - Rayo.