A veces no siempre querer es poder. El Rayo Vallecano es la mejor prueba de ello tras su visita al Real Madrid en la jornada 13 del campeonato de Liga. Los franjirrojos hicieron todo lo que estaba en su mano y más para sacar algo positivo de la Castellana. Pero se fueron de vacío y perdiendo a su pichichi por lesión

Tardó muy poco el equipo de Vallecas en mostrar sus intenciones a los vigentes líderes: no habían venido de visita. Álvaro García pilló adelantada a la defensa del Madrid y su remate mordido se fue demasiado cruzado. Por la mente de miles de rayistas pasó aquel tempranero gol de Michu hace una década. Al de Utrera le sobró velocidad en la llegada y le faltó calma en la definición. El rumbo del partido pudo ser bien diferente.

Porque el avispero que el 50% de 'los García' espabiló a los locales que empezaron a tomar las riendas del partido. El gol de Vinicius tras una dejada de Benzemá fue anulado por fuera de juego. Poco después el francés mandaba a las nubes una clara ocasión desde el punto de penalty. No iba a desaprovechar la suya Toni Kroos que mandaba el balón a guardar en un chut marca de la casa. Los blancos se quitaban de encima la presión alta de los franjirrojos. El árbitro anuló el gol pero el VAR lo concedió. De la falta previa a Isi nadie quiso saber nada...

La propuesta de los dos equipos no varió. Los locales combinaban con calidad saliendo de la presión y encontrando espacios en los que correr. Los visitantes intentaban aprovechar los despistes blancos como en un regalo a Trejo cuyo disparo paró Courtois. También Dimitrievski evitó el gol de Asensio en el 24. Un minuto frío y desolado en un estadio con un caparazón millonario donde faltaba la afición franjirroja para darle colorido con su particular Marsellesa.

El normacedonio iba a frenar el 2-0 en un rechace en la espalda de Comesaña que se colaba por la escuadra. El universo no iba a tardar en corregir lo ilógico del paradón con el remate de Benzemá que suponía el 2-0 en una asistencia brillante de Alaba. El delantero francés pudo sentenciar antes del descanso rematando a placer un rechaze a remate de Vinicius. Falló como también lo hizo Álvaro García en una gran pared con Trejo al borde del descanso. El Rayo perdonó. El Madrid no.

La reanudación empezó como el primero. Doble ocasión de Álvaro García taponadas por Carvajal para evitar el gol franjirrojo. Fue como si estuviéramos ante un reboot para que las nuevas generaciones de rayistas no olviden que este Rayo 21/22 jugó de tú a tú a cualquier equipo y en cualquier escenario. Pero faltó la pegada que sí tuvieron los blancos. Óscar Valentín sacaba el tercero cuando se colaba. Dimitrievski hizo lo propio en un mano a mano con Asensio. Era un partido de poder a poder pese al gigantesco abismo que les separa.

Porque el Madrid además de velocidad también puede sacar la fantasía. Taconazo de Vinicius, taconazo de Mendy y Benzemá rozando la escuadra. Pasada la hora de juego la sensación era que el Rayo Vallecano jugaba con la obligación de demostrar que es un buen equipo mientras que el Real Madrid disfrutaba demostrándolo. Ni siquiera había espacio para la locura con Bebé, que entró junto a Unai López en lugar de Isi y Trejo, porque su cabalgada se iba a estrellar contra la madera.

Fue el aviso franjirrojo a los de Ancelotti que se habían relajado y no llegaban al ataque ni robaban en el centro del campo. En la siguiente jugada no iba a perdonar. Radamel Falcao cabeceaba a gol un centro de Álvaro García para poner el suspense y los nervios en el coliseum blanco. Estallaba la felicidad en Vallecas y en Colombia pero la alegría no iba a durar mucho. Apenas unos minutos después se retiraba lesionado por la sobrecarga que le había dejado en el banquillo. Habrá que esperar para comprobar el estado de una lesión que puede dejar tocado al equipo, a la selección colombiana y al propio futbolista.

La imagen de casi todos los futbolistas del Rayo Vallecano rodeando al delantero lesionado fue un resumen perfecto de que el partido había terminado para los franjirrojos. Los de la Albufera se fueron sin premio del Bernabéu pese a su atractiva propuesta. Y por si fuera poco, perdiendo al Tigre por el camino. A veces no siempre querer es poder. Porque en el descuento la iban a tener Pozo, Óscar Valentín y Unai López en una triple ocasión que elevó el decibelio de los pitos en el Bernabéu.