El partido entre el Rayo Vallecano y el Mallorca transitaba plácidamente para los intereses franjirrojos desde que en la primera parte dos zarpazos de Sergi Guardiola y Alvaro hubieran dejado casi KO a un Mallorca que fue un muñeco roto en manos de un endiablado Rayo comandado por su capitán general, el argentino Oscar Trejo. El capitán vallecano volvió a imponer su ley en el choque, aguantando tarascadas, saliendo de presiones imposibles y realizando fintas y recortes casi inimaginables.
Alcanzada la hora de partido, un penalti muy claro a favor del Rayo iba a ser convertido en obra de arte por Trejo. El delantero vallecano engañó a Reina lanzando suavemente y parábola, a lo Panenka, el gol que redondeaba la victoria situando el 3-0 en el marcador. La grada de Vallecas se rindió una vez más a Trejo durante el partido y se lo demostró con especial cariño cuando, en el minuto 66, Iraola decidía sentarle para dar entrada a Unai López.
El capitán había cumplido y su penalti fue la obra de arte que redondeó su gran partido.