Marcelino regresa a Vallecas. Y ya sabemos lo que eso podría suponer para algunos aficionados del Rayo Vallecano que llevan más allá de los límites la enemistad con el entrenador. Sin embargo, el partido del domingo puede ser radicalmente diferente porque el rayismo está en el punto de mira.

No es algo novedoso asegurar que en la Liga hay una especial fijación con la afición rayista a la que se ha propuesto para sanción hasta por hacer un tifo contra el racismo. Pero si a ello le sumamos el hecho de haber tenido dos incidentes previos de violencia en la Copa del Rey, el resultado puede ser fatal.

Los aficionados rayistas estarán más vigilados que nunca tras lo sucedido en Sevilla y en San Sebastián. Y a ello hay que añadirle el precedente de abril de 2019 en el que los insultos a Marcelino García Toral supusieron la expulsión de 3 abonados.

Con el equipo haciendo una de sus mejores temporadas deportivas, la afición debería estar volcada con su equipo y llevarle en volandas hasta una nueva victoria en casa. Una fiesta del fútbol que sería la mejor respuesta a aquel vergonzoso: "Nos vamos de Asturias con el trabajo hecho".