Las nuevas generaciones de rayistas quizá no entiendan el significado de este artículo en el contexto del fútbol actual. Pero para los que peinamos canas o simplemente hemos visto fútbol antes del siglo XXI el hecho de jugar partidos los 7 días de la semana es una aberración propia del fútbol moderno. Con su enfrentamiento contra el Espanyol de esta semana, el Rayo Vallecano habrá jugado al menos un partido en cada uno de los días de la semana en Liga sin contar los de Copa del Rey.

Muy atrás han quedado esos tiempos de jornada unificada los domingos a las 5 de la tarde con un partido (como mucho) para el sábado noche y otro (como mucho) para el domingo noche. Resulta complicado encontrar una temporada en la que los horarios para el equipo franjirrojo hayan sido tan dispersos: partidos en 7 días y hasta en 15 horarios distintos. De hecho el horario matinal del domingo también ha desaparecido.

El domingo a las 14h es su horario estrella que se ha repetido hasta en 6 ocasiones: Elche, Espanyol, Villarreal, Betis, Sevilla y Cádiz. En la parrilla televisiva de la liga esa hora debe de corresponder a los antiguos viernes o lunes que el Rayo esta temporada apenas ha pisado en 4 jornadas (Celta de Vigo, Mallorca, Valencia y Elche).

Contra el Celta en lunes, contra el Athletic el martes, contra el Barcelona el miércoles, contra el Espanyol el jueves, contra el Elche el viernes, contra el Levante el sábado y contra el Granada el domingo... 7 de 7.