Victoria que sabe casi a salvación.
Veníamos de unos partidos en los que el equipo había merecido más. Granada, Valencia... el otro día en Vitoria era difícil explicar que se escapara la victoria y nos merecíamos este premio. Hemos estado con muchísima personalidad y en un campo muy complicado nos hemos defendido también con balón, con actuaciones individuales muy valiosas. El grupo necesitaba esta victoria.
Alivio mental para los jugadores.
Sobre todo es importante clasificatoriamente, porque aunque mentalmente es un espaldarazo para los jugadores, llevamos una serie de partidos en los que estábamos obteniendo poco premio. El margen que teníamos cada vez era más pequeño y necesitábamos, sobre todo fuera de casa, esta victoria que es un premio para unos jugadores que, a pesar de tener esta racha tan negativa, siguen creyendo.
Pese a la racha, el equipo ha estado muy suelto y muy tranquilo.
Durante todo el año no hemos cambiado nuestra idea de juego, ni cuando nos han ido bien las cosas ni ahora que nos estaban yendo peor. Veníamos de una serie de partidos en los que dominábamos y teníamos más posesión que el rival, con más remates, más córners... y no nos estaba llegando, pero creíamos y seguimos creyendo que esa es la manera de acercarnos a los puntos, y este partido ha caído de nuestro lado.