El Rayo Vallecano estrenaba su condición de "salvado" ante un flamante semifinalista de Champions, el Villarreal, que se jugaba mucho en Vallecas y que en su condición de aspirante a Europa la próxima temporada empezó el duelo golpeando en su primera llegada al área local. Un despiste en la marca de Fran García iba a permitir a Pedraza rematar para cruzar el balón al palo largo tras un buen saque de esquina que se iba a convertir en el 0-1. Apenas habíamos vivido dos minutos de partido y el Rayo ya iba contracorriente. Mal comienzo de partido.

El primer cuarto de hora fue muy desconcertante por parte del Rayo, que sufría en cada pérdida y que tenía que replegar con velocidad ante las buenas salidas de los de Emery. Las ocasiones fueron para los visitantes hasta que tuvo que aparecer Rulli para tapar una buena oportunidad franjirroja. Era el minuto 20 y los vallecanos querían despertar de su letargo de tarde de jueves. 

No hubo que esperar mucho. Apareció Alvaro por la izquierda tras un magistral pase de Unai López desde el círculo central. El centro del extremo izquierdo buscó a un Guardiola que remató al aire para tumbar a Albiol y quedarse completamente solo y a placer para batir a Rulli. El Rayo igualaba las fuerzas y se metía de lleno en un partido en el que se jugaba tres puntos que "sólo" valían para mejorar posiciones en la tabla.

El Rayo quería darle la vuelta a la situación pero se topaba con su propia tozudez por defender sin intensidad. De la 'caraja' defensiva franjirroja se iba a aprovechar Foyth para hacer el 1-2 apenas siete minutos después del empate de Guardiola. No habíamos alcanzado la media hora de partido y ya estábamos subidos en la montaña rusa de emociones que nos brindaba los goles de un partido sin una gran continuidad, pero con tres dianas que le ponían salsa al choque. 

Los de Iraola volvían a salirse del partido como en el primer cuarto de hora y quedaban a merced de un Villarreal con calidad que buscaba poner la puntilla a su rival antes del descanso. Iba a ser Paco Alcacer el que, con un regate en una baldosa, iba a tumbar a Oscar Valentín que venía al rescate de unos centrales que no hicieron su trabajo y que vieron como el equipo castellonense lograba el 1-3. El Rayo recibía un duro correctivo en una primera mitad en la que apenas apareció diez minutos ante un EuroVillarreal que jugó cuando quiso, donde quiso y como quiso. Jugó tanto que, en el descuento y en una falta lateral iba a redondear la goleada con un remate de Pau, que se anticipó a su marca para sonrojar de nuevo a la defensa franjirroja.

El inicio de segunda parte fue prometedor por parte vallecana. La idea era lograr un segundo gol que dejase el honor de los franjirrojos sin la marca que los cuatro goles había dejado en los primeros cuarenta y cinco minutos. Para conseguirlo el Rayo se adueñó del balón, jugó mucho mejor, buscó con ganas el área de Rulli, pero a punto de estuvo de recibir el quinto en una gran contra que casi culminaba Alcacer. El Rayo dominaba, el Villarreal metía miedo.

Los levantinos apenas necesitaban un par de jugadores para montar las contras que hacían temblar las piernas de la defensa franjirroja. Iraola miraba al banquillo y antes del cuarto de hora hacía un triple cambio para buscar un revulsivo que pudo llegar tras un barullo en el área culminado en gol por Catena y remachado por Oscar Valentín. Tras una larga deliberación del VAR, el colegiado acudió a la televisión para revisar una jugada que sería anulada tras comprobar que el central había tocado el balón con el brazo en su intento de remate a gol. La esperanza vallecana se iba al limbo.

Con todo visto para sentencia, la única incógnita que quedaba por despejar era si el Rayo sería capaz de recortar distancias o si el Villarreal iba a conformarse con su contundente victoria o iba a buscar hacer más profunda la herida de un Rayo que 'celebró' su salvación con un mal partido y con una goleada que no enturbia su gran temporada, pero que iba a hacerse más dolorosa con el quinto de la noche para el Villarreal, anotado por Pedraza. Mala imagen del Rayo en su penúltima actuación en Vallecas.