El Estadio de Vallecas es uno de esos lugares en los que no se olvida a su gente. Lo sucedido esta noche con Coke Andújar es otro de esos episodios que se viven en muy pocos lugares, pero que siempre o casi siempre ocurren en Vallecas. En el rival de hoy, el Levante, aparecía en el once inicial un jugador salido de la cantera rayista y que durante muchos años dejó huella en el lateral derecho. Al cantarse la alineación inicial casi pasó desapercibido, salvo algún tímido aplauso que no presagiaba lo que iba a precipitarse en la segunda mitad del encuentro.

El Levante vencía al Rayo 2-3 y los franjirrojos buscaban el tanto de la igualada. Alcanzábamos el minuto 75 de partido y en uno de esos balones que pasan por el área sin que la defensa sea capaz de interceptar apareció Coke Andújar para empujarla y finiquitar el partido: 2-4 y todo acabado. La reacción del jugador, que no celebró el gol, fue inmediatamente correspondida por la grada de Vallecas con una gran ovación que casi recordó a los momentos en los que Coke celebraba sus goles para la franja.

Pero ahí no quedó todo. En el minuto 83, el entrenador levantinista decidió sustituirle y todo el Estadio al unísono dedicó una impresionante ovación al que durante varias temporadas fue uno de los capitanes del Santa Inés y referente de la cantera franjirroja. La emoción de Coke fue evidente al retirarse con el aplauso de los que un día le tuvieron como héroe en Vallecas, los mismos que hoy, lejos de reprocharle que hubiera marcado un gol al Rayo, le despidieron con una ovación que dignifica mucho más a esta afición.