El Rayo Vallecano compareció en Old Trafford con nueva imagen (estrenando equipación) y con ganas de jugar rápido y bien ante uno de los grandes de Europa, el Manchester United de Cristiano Ronaldo, Eriksen y compañía. Y lo hizo desde el primer segundo. Desde el saque inicial montó una vertiginosa acción de ataque que finalizó con una llegada por sorpresa de Alvaro García por banda izquierda que a punto estuvo de suponer el 0-1. El partido arrancaba frenético.

Iraola había dispuesto un equipo que, con los mimbres actuales, suena a titular se mire por donde se mire y, con matices, podría parecerse mucho al que se enfrente al F.C. Barcelona en apenas unos días para iniciar oficialmente la competición. El Manchester en cambio, después de perder ayer ante el At. Madrid, jugaba con muchos suplentes. Jugar dos partidos en menos de 24 horas tiene este tipo de cosas y, obviamente, el conjunto inglés temía mucho más a los rojiblancos, con los que terminaría perdiendo, que a los franjirrojos.

El Rayo Vallecano desplegó su 4-4-1-1 muy abierto a lo ancho del terreno de juego de un repleto Old Trafford que veía boquiabierto cómo los vallecanos jugaban al primer toque y buscaban desbordar continuamente por banda, principalmente por el carril de los García. La altísima presión de los franjirrojos provocaba continuas pérdidas de balón en la salida de los 'Red devils'. Tuvieron que pasar diez minutos para que los de Manchester pisaran con relativo peligro el área defensiva de Dimitrievski. Un error de precisión en un pase en la zona ancha provocaba una contra sin gol que dos minutos después iba a repetirse, en esta ocasión con remate a las nubes de Cristiano Ronaldo.

El primer cuarto de hora se desarrolló principalmente en campo local. Los vallecanos controlaban el juego y únicamente sufrían algo cuando los ingleses superaban la línea de presión y corrían para llegar a los metros finales. Eso sí, cuando pisaban área, los de Erik Ten Hag no se lo pensaban un segundo. Sus remates a puerta probaban a Dimitrievski y mantenían al máximo la tensión defensiva de los vallecanos. A los veinte minutos iba a ser el propio Dimitrievski el que iba a paralizar los corazones de sus compañeros con un error de bulto que quedó en un susto. El regalo de Dimi a un atacante inglés sorprendió a todos, incluido el delantero del Manchester, que terminó perdiendo el balón.

La primera llegada de Balliu por banda derecha iba a generar tanto peligro como las anteriores por banda izquierda. El medido centro del lateral era rematado por Falcao junto al palo. El 0-1 volvía a estar cerca.

El partido alcanzaba el ecuador de la primera mitad con una gran imagen del Rayo y con Falcao recogiendo un rechace dentro del área para rematar sobre un defensa en un nuevo aviso de los franjirrojos. Eirksen iba a contestar a la media hora de juego con un disparo desde la frontal que se marcharía fuera por poco. El partido estaba bonito, con dos equipos que jugaban de tú a tú.

En los diez minutos finales la ebullición vallecana bajó y el duelo entró en una fase en la que únicamente una acción de máxima calidad, individual o colectiva, podría ser capaz de deshacer un empate que el Rayo, más que el Manchester, había intentado desnivelar en los primeros 45 minutos.

El segundo acto arrancó con dos caras nuevas, una por bando. Amad entraba en lugar de un casi inédito Cristiano Ronaldo, mientras que en el equipo vallecano el movimiento se producía en la portería, con la incorporación de Diego López para suplir a Dimitrievski.

Futbolísticamente también hubo cambio en el orden de los acontecimientos, con el Manchester United atacando el área de Diego López en la primera acción y con Amad acertando tras remate despejado sin convicción por el portero franjirrojo para situar el 1-0. Prácticamente nada de lo vivido en la primera mitad tenía importancia, con el Manchester mandando ya en el marcador de un partido en el que, hasta ese momento, el que más mereció fue el Rayo. La pegada de los locales era determinante.

Pero el Rayo no estaba dispuesto a irse del Teatro de los sueños con malas sensaciones y el Tigre iba a dejar su sello con un remate al larguero desde la frontal tras pase de Isi Palazón. Otro merecimiento que se iba al limbo. El Rayo seguía percutiendo y buscando la gloria de marcar en Old Trafford, incluso en un amistoso. Y lo iba a conseguir Alvaro García tras una gran acción individual de Isi, cuyo remate ya merecía el 1-1, desbaratado por el portero, pero remachado a gol por el extremo de banda izquierda. Empate y a seguir peleando.

Los de Iraola seguían intensos, peleones y jugando bien. Pathé Ciss mostraba buen nivel en el centro del campo, Trejo aparecía con destellos de calidad y el mago Isi Palazón impartía cátedra en cada acción. El Rayo seguía 'asustando' en Old Trafford a un Manchester que iba a aprovechar una acción en la que Amad estuvo más vivo que Mario Suárez para terminar provocando una peligrosa falta al borde del área. El disparo final iba a salir muy desviado.

En ataque, el Rayo lo volvió a intentar con Salvi, que acababa de incorporarse en el carrusel de cambios rayista en el que también aparecieron en escena Oscar Valentín y Jose A. Pozo. El disparo del extremo tampoco supuso cambio en el marcador de un partido que entraba ya en su recta final.

El Rayo cerraba de esta manera, con una gran imagen ante un Manchester plagado de ausencias, su periplo internacional.