Pasear la franja por Europa parece un sueño ya no tan lejano para miles de aficionados rayistas de última generación que no tuvieron la suerte de ver al EuroRayo de Juande lucir con orgullo el escudo de Vallecas en el pecho. Al término de la jornada 20, otro pedazo de entrenador que ha hecho, está haciendo y hará historia con el Rayo Vallecano tiene a nuestro equipo metido en quinto puesto con 32 puntos a 3 de Champions League.

Con este escenario a nadie le extraña que Vallecas rugiera durante toda la segunda mitad al son de aquello de 'El año que viene, Rayo-Liverpool'. Para entonces, al rayismo ya se le había olvidado el primer trajo de un encuentro dominado de cabo a rabo por el Almería, invitado de honor a la fiesta europea franjirroja que nos hizo sudar durante muchos minutos.

De no ser por Dimitrievski en esa primera media hora probablemente ahora estaríamos hablando de un cuarto encuentro sin ganar en Vallecas. El normacedonio le sacó dos goles cantados a Robertone y a Baptistao. Y no fueron los únicos. Los de Rubí llegaban en oleadas y lograban todo lo que Iraola había avisado en la previa que no quería: errores en la salida del balón, transiciones rápidas, córners y más córners. Pero los andaluces no encontraron el camino a la portería. Era como si el espíritu europeo de Jesús Diego Cota estuviera presente negándoles el gol.

Despertó el Rayo pasado el ecuador de la primera parte gracias a Isi. El de Cieza tuvo que ponerse a tirar del carro y en la asociación con Óscar Trejo, Santi Comesaña y Andrés Martín puso a los de la Albufera a carburar. Avisó Isi desde lejos y luego el de Santiago del Estero desde dentro del área en un mano a mano que le sacó Fernando.

El descanso pilló al Almería a contrapie y la franja empezó a buscar la zona europea con buen juego, mucho fútbol, calidad a raudales, presión desbordante y eficacia. Los rojiblancos no daban a basto y buena prueba de ello fue el 1-0. Córner magistralmente puesto de Isi que Ely intenta achicar metiéndose en propia portería el despeje.

Vallecas sacó la fiera que ruge en su interior y desde la grada lanzó a su equipo a la yugular de un equipo herido en la estrategia. No habían pasado diez minutos cuando Álvaro García, que apenas llevaba 20 segundos sobre el césped aprovechaba el regalo de Isi para recortar a Pozo y cruzar con la derecha al palo contrario. El 2-0 aniquiló a los visitantes.

El tercero parecía cuestión de tiempo. Andrés Martín o Fran García perdonaron en sendos manos a mano para haber dado tranquilidad a una hinchada que pasito a pasito ve como el Rayo de Iraola le da las alegrías que nunca hubiera imaginado. Porque soñamos con una final de Copa del Rey y este año la franja sueña con Europa.