El de hoy fue un día de despedidas. El Rayo Vallecano decía adiós como local a una ilusionante temporada, la de su 99 cumpleaños, despidiéndose del Estadio de Vallecas y diciendo adiós con mayúsculas a varios de los futbolistas que han marcado una bonita etapa en el barrio y al que durante tres temporadas de ensueño ha sido su entrenador. El Rayo decía decía adiós al fútbol en Vallecas hasta que en el verano un nuevo proyecto vuelva a iluminar el rostro de los miles de seguidores franjirrojos que hoy dijeron 'hasta pronto' a su casa y a su equipo. ¡Y cómo lo hicieron!

La liga se acabó en Vallecas con la visita del Villarreal en el penúltimo capítulo que abrirá el camino de un ilusionante y esperanzador centenario en la élite de nuestro fútbol. Y para decir adiós, el de Usurbil, que recibió una ovación atronadora en la que siempre será su casa, volvió a confiar en aquellos futbolistas que no le han fallado desde el primer al último minuto de su camino por Vallecas, cerrando un capítulo que tuvo hasta una épica batalla baja una torrencial lluvia, que deja abierta una inesperada opción de entrar en Europa. Porque el que más y el que menos, incluidos los protagonistas, ya pensaban que esa historia había acabado en el Bernabéu.

Ante el Villarreal tuvimos dos mitades muy diferentes. La primera, en la que ambos equipos bastante tuvieron con aguantar estoicamente el chaparrón, con un campo ultrarápido al principio y bastantes más pesado después y con unas condiciones que provocaban errores que generaban nerviosismo, aunque poco más. El Rayo quiso dominar el juego y tuvo posesión, aunque las ocasiones se guardaron para una segunda mitad en la que la fiesta y el fin de la misma fueron totales.

Los vallecanos se adelantaron con un nuevo gol de RDT, que encendió la mecha de una segunda parte explosiva, con el equipo enganchado y con la afición apretando una vez recuperado el sitio y el aliento. La tormenta dejó paso a una plácida tarde que se tornó en placentera cuando Isi lograba el 2-0 que hacía presagiar una despedida por todo lo alto para los que han defendido con valentía, coraje y nobleza el escudo, la franja y los valores del barrio de Vallecas.

Un gol de Lo Celso a falta de siete minutos para el final hizo peligrar un resultado que el Rayo supo aguantar entrando a la pelea, tocando y jugando desde atrás, saliendo en velocidad y buscando un resultado que, tras los marcadores de otros partidos, dejan abierta la opción europea de un espectacular Rayo que hoy se despidió de Andoni Iraola y de varios futbolistas y que todavía tiene un capitulo extra por escribir. Y nosotros lo contaremos gustosos. Gracias a todos.