Ficha técnica:
Rayo Vallecano (1): Dimitrievski, Balliu (A), Aridane, Lejeune, Pacha Espino, Unai López (Kike Pérez, minuto 64), Óscar Valentín, Isi (A) (De Frutos, minuto 56), Trejo (Crespo, minuto 64), Álvaro García (A) (Camello, minuto 82) y Raúl de Tomás (A) (Falcao, minuto 82)
Real Madrid (1): Lunin, Nacho, Tchouameni, Camavinga (A) (Kroos, minuto 70), Fran García, Valverde, Modric (Guller, minuto 87), Lucas Vázquez (Carvajal (A+A), minuto 75), Brahim (Rodrygo, minuto 70), Vini Jr y Joselu
Goles: 0-1. Minuto 3. Joselu. 1-1. Minuto 27. Raúl de Tomás (p.).
Árbitro: Muñiz Ruiz
Árbitro: Melero López
RAYO VALLECANO 1 (Raúl de Tomás (p.)) - REAL MADRID 1 (Joselu)
El debut de Íñigo Pérez como entrenador de primera división en el banquillo del Rayo Vallecano dejó una palabra que llenó Vallecas: ilusión. Porque pese a no ser el mejor partido de la temporada de los franjirrojos, sí despertó en la hinchada la confianza y la seguridad que parecía perdida en las últimas jornadas. Cuestión psicológica porque futbolísticamente apenas se notaron grandes cambios y al Rayo le costó volver a marcar gol.
El partido no pudo empezar peor para los intereses franjirrojos. Cuando parecía que la grada se preparaba para celebrar el 1-0 en una intensa presión al borde del área madridista, los merengues se recompusieron y ante la tibiedad y la duda de RdT y Trejo lanzaron una contra letal que dejó solo a Joselu para poner el 0-1. Los peores temores del equipo, del cuerpo técnico y de toda la afición se hacían realidad.
La fragilidad defensiva volvía a escena y los que vieron el primer derbi contra el Atlético de Madrid temían otra dolorosa goleada. Fueron los mejores minutos del Real Madrid en todo el encuentro. El equipo vallecano estaba sometido ante el líder que circulaba con velocidad y hacía inútil la presión en bloque alto de los de Vallecas.
Era un partido claramente dominado por los visitantes aunque sin que el peligro amenazara con deshacer a un Rayo que con el paso de los minutos fue creciendo. Y el premio le llegó desde los 11 metros. La mano que ocupaba espacio de Camavinga la mandó a la red Raúl de Tomás para igualar el partido. Suspiró la hinchada y recibió energías renovadas a un corazón deseoso de creer, de ilusionarse, de celebrar algo junto a los suyos.
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Trejo estuvo a punto de soltar definitivamente al león que ruge en cada vallecano con un disparo que detuvo Lunin. Justo antes del descanso también la iba a tener Álvaro García pero fue el Madrid el que volvió a meter el miedo en el cuerpo al rayismo con un balón al palo de Valverde.
El segundo acto iba a ser un calco del primero. E iba a comenzar exactamente de la misma forma. La intensa presión de Álvaro García a la zaga madridista le dejaba solo frente al guardameta pero en el último segundo Tchouameni le negó el gol. El encuentro fue brutalmente disputado. Cada jugada, cada acción, cada disputa aérea, cada balón dividido... Era una batalla metro a metro en la que los dos conjuntos apenas pisaban el área.
Cuando lo hicieron fue a balón parado como una magistral falta lanzada por Toni Kroos ante la que Dimitrievski voló para mandar a córner. El balón parado amenazaba con castigar de nuevo a los franjirrojos pero entre Lejeune y Aridane se encargaron de anular por completo a todo el ataque madridista. Y para lo que pasaba, como un voluntarioso y escurridizo Brahim, ahí estaba el cancerbero normacedonio.
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El carrusel de cambios en ambos equipos no iba a hacer cambiar la dinámica del partido. El Rayo se refugiaba en las transiciones y en los robos de balón en zona de tres cuartos. El Madrid, daba un paso adelante y metía la quinta con sus jugadores más veloces (Rodrygo, Vinicius, Fran García, Brahim...) pero la suerte estaba echada. Los franjirrojos celebraban el punto luchado del 1 al 100 y los madridistas se lamían las heridas y lamentaban la torpe expulsión de Carvajal que se sumará a su larga plaga de bajas.