El Rayo buscaba en Vitoria lo que se le sigue negando en Vallecas, esa victoria que aliviara la peligrosa situación en la que los vallecanos se han metido por deméritos propios. Iñigo Pérez movió algunas piezas en su equipo para dar con la tecla y, manteniendo la defensa y al delantero centro inamovibles, buscó alternativas en el centro del campo dejando fuera a Crespo, Oscar Valentín y Trejo, para dar protagonismo a Ciss, Kike y Unai López, con De Frutos por un lado e Isi, también 'intocable', por otro.

Había que buscar soluciones a lo vivido ante el Cádiz y el técnico franjirrojo las buscó en la sala de máquinas de un Rayo que sigue sin despertar y que, tras la victoria del conjunto cadista ante el At. Madrid arrancaba el partido con 4 de ventaja sobre el descenso, aunque de momento con el golaverage general favorable a los franjirrojos.

El partido arrancó con un Rayo con ganas de ir a la pelea desde el principio. Los vallecanos buscaron controlar el balón y llegar por ambas bandas, con Kike bregando en la mediapunta, con la ayuda de Unai y Pathe Ciss y con RDT como hombre de referencia en ataque para inquietar a un Alavés que, tras el impacto de los primeros minutos, empezó a jugar en campo contrario buscando a Samu dentro del área.

Avisó RDT con un remate tras una galopada espectacular de De Frutos 'box to box' que terminó saliendo a córner tras un primer cuarto de hora de ir y venir, sin golpeo, pero con mucha intención por ambos bandos. Alavés y Rayo se retaban mirándose a los ojos y avisando al rival, porque cualquier error podía ser letal. Al ecuador de la primera mitad lo habían buscado Unai López por los vallecanos y Guridi por los vitorianos.

El partido en su primera mitad transitaba a medio camino entre buscar un acierto, que no llegaba, y evitar un error que penalizara a uno u otro rival. Y así llegábamos a un inesperado parón por una incidencia en la grada de Mendizorroza, con ambos equipos ansiosos por conseguir la victoria, pero temerosos por no encajar una nueva derrota. No le sentó bien el parón al Rayo que, nada más reanudarse el choque, recibió un golpe en forma de contra mortífera culminada por Gorosabel aprovechando una autopista por banda derecha del ataque local, con el Pacha Espino 'de vacaciones' en zona de extremo. El Rayo, que ni había estado especialmente mal, ni especialmente bien, le veía las orejas al lobo. Tocaba volver a sufrir.

Con la única variación de la entrada de Chavarría por Espino en la banda izquierda, la segunda mitad arrancó casi idéntica a la primera. El Rayo presionaba en campo contrario, intentaba robar y generar, pero su trabajo no tenía el premio deseado. Y, aunque el cuerpo no estaba para muchos sustos, un saque de esquina acababa en el 2-0 que iba a ser anulado por un fuera de juego ajustado que tendría respuesta en otro gol anulado, en esta ocasión a RDT, por la misma circunstancia. El partido tenía todos los alicientes para ofrecernos un final de infarto con demasiado en juego.

La entrada de Crespo en el centro del campo y de Camello en punta de ataque buscaban refrescar ideas y dotar al equipo de nuevos bríos. Tocaba ser más ambicioso, tener las ideas claras e inquietar a un Sivera prácticamente inédito en todo el partido.

Alcanzado el ecuador de la segunda mitad el Rayo ya vivía instalado en campo contrario y buscaba cargar el área con centros y trabajo en torno a la zona defensiva del conjunto blanquiazul. Un centro-chut de Balliu no generó el peligro que buscaba el lateral vallecano, que seguía con mucho balón y pocas ideas, estrellándose una y otra vez contra un muro invisible formado por su propia incapacidad para superar líneas.

Con casi todo perdido, y con el equipo a paso y medio del abismo, Iñigo Pérez dobló el ataque con la entrada de Falcao y desguarneció el medio del campo con la salida de Pathé Ciss. No quedaba otra que pensar en atacar para recuperar un punto que volvía a volar y que dejaba al equipo franjirrojo en una complicada tesitura. El Rayo seguía siendo dueño de un balón con el que no hacía daño.

Los minutos finales no supusieron cambio alguno en las circunstancias del partido pese a un remate de Isi detenido sobre la línea por Sivera y con Falcao estrellando su disparo en la madera. Pese a esto el Rayo sigue bloqueado y chocándose una y otra vez contra sí mismo, mientras el Alavés celebra con calma una victoria que les saca de la quema dejando a los vallecanos en la lucha por la salvación.