Final cruel.
El final es igual que doloroso que el de la semana pasada. Podíamos haber obtenido un punto que hubiera sido lo justo. Ya no se puede cambiar y hay que seguir.
Situación comprometida y todo en contra.
Cuando estás ahí, en esa situación, no eres capaz de salir de esa situación y te retroalimentas en la parte negativa. Tenemos que corregir errores y debemos automáticamente pensar en el partido siguiente, elevar el entusiasmo y la ilusión y salir de ese bucle, porque no nos lo podemos permitir.
Gol después del parón.
No creo que tenga que ver con eso. Ha sido un desajuste táctico. No creo que la pausa por el problema de salud haya tenido que ver, aunque visto así, puede ser que les haya mermado, aunque sería una excusa fácil para nosotros.
¿El partido ha ido más o menos como esperabas?
Estoy contento con cómo hemos neutralizado el ataque del Alavés, que en casa genera muchísimo. A nivel de energía son muy poderosos, les hemos igualado y les hemos defendido bien. Me queda la pena del gol. El equipo estaba bien, sin hacer mucho daño, que es algo que tenemos que corregir. El resto del partido era el esperado, partido cerrado, con los equipos atacando y defendiendo y con inercia hacia adelante o atrás. Si hubiésemos empatado al final, nos hubiera quedado la impresión de haber hecho un buen partido en Vitoria.
Final con resultados increíbles como el del Cádiz.
Todos los años pasa. Las cuentas que se hacen casi nunca salen. A mí son resultados que no me sorprenden. Yo he estado jugando por no descender y cuando viene un equipo de los primeros no le temes, porque te estás jugando no descender, que es más importante que ganar una liga. Son resultados que sobre el papel sorprenden, pero cuando estás ahí jugando no te sorprenden.
¿Preocupado por la clasificación?
La situación no es buena. No estoy preocupado por falta de confianza, pero sí porque recortándose la distancia no están saliendo las cosas. No es una falta de confianza o pesimismo, es una ocupación sobre cómo mejorar esta dinámica.