De más a menos. Así está siendo la pretemporada del Rayo Vallecano y así fue el nuevo partido amistoso, el tercero en apenas una semana, contra el Heerenveen en Países Bajos. Porque todo lo bueno que vimos en Braga y todo lo bueno que vimos en la primera mitad de este encuentro en el Abe Lenstra Stadion se ha ido difuminando.

El buen juego, la eficacia goleadora y la valentía que se vieron en el debut de la pretemporada franjirroja ha quedado en nada con el paso de los días. No es cuestión de encender las alarmas. Sobre todo porque en apenas 8 días han jugado 3 partidos con dos viajes y muchos entrenamientos. Ahora es momento de coger piernas y minutos. Pero está claro que el equipo necesita mejorar algunas posiciones que aún no tienen fichajes a la vista.

Con el del Abe Lenstra Stadion es el segundo partido que el Rayo no marca de manera consecutiva. 180 minutos en los que a los de Íñigo Pérez se le han visto las costuras en defensa. Los de la Albufera tienen ocasiones (De Frutos, RdT, Isi, Unai...) pero no las transforman. Y en la primera que tuvieron en contra vieron perforada su portería.

Ya ni siquiera le vale al Rayo la estadística de Morro imbatido frente a Cárdenas porque el canterano se vio también superado en una segunda mitad horrible de toda la escuadra vallecana. Los futbolistas del Heerenveen robaban en salida ante la imprecisión rayista y las contras eran sinónimo de gol.

La enorme distancia entre la defensa, el centro del campo y la delantera en la presión era una invitación a la goleada y los neerlandeses aprovecharon para hacer sangre hasta llegar a la manita. Un duro correctivo que tiene que servir para tomar nota ahora que todavía hay margen de mejora.