El Rayo Vallecano afrontó hoy su último partido de pretemporada y lo hizo con la intención de mejorar los pobres resultados cosechados hasta la fecha porque, salvo los empates con Braga y Córdoba (derrota en la tanda de penaltis), el resto fueron derrotas, alguna muy clara como ante el Heerenveen de Países Bajos (5-0). 

Con Nteka como delantero y Embarba en un extremo, Iñigo Pérez compuso un once del que se cayeron Balliu, Pacha Espino o De Frutos, contando además con las ausencias por lesión de Oscar Valentín, Alvaro o RDT, y con Bebé ni siquiera convocado para participar en el choque ante un Wolverhampton que gozó de la primera ocasión en un mano a mano de Hwang que pudo solventar Dani Cárdenas, que volvía a ser titular de nuevo en detrimento de Miguel A. Morro.

La idea inicial del equipo vallecano era mantener su identidad presionando alto y buscando sorprender con las apariciones de Nteka en punta o con las llegadas por banda o las apariciones de segunda línea, pero sobre todo mostrar una solvencia defensiva que, por lo visto a lo largo de todo el verano, ha sido su gran 'talón de Aquiles' y el punto en el que centrar gran parte del trabajo del cuerpo técnico, aunque no el único, porque la falta de gol sigue siendo otra gran preocupación para los de Vallecas.

El aporte ofensivo lo quiso solucionar con rapidez un Isi Palazón que, en su primera acción de ataque sorprendió a todos con una de sus grandes virtudes. Remate con la zurda desde la frontal del área para abrir el marcador. Apenas habíamos visto nada en los primeros 12 minutos y los 'Rayirojos' ya jugaban con el marcador a favor. El Rayo estaba bien situado, con Trejo participativo y con menos control de juego que su oponente. La pegada servía a los vallecanos para esbozar la primera sonrisa de la pretemporada.

Pablo Sasrabia quiso emular al de Cieza, pero no contaba con la buena actuación, la segunda, de un Dani Cárdenas que seguía solventando el trabajo que le mandaba con cuentagotas el equipo inglés. Su disparo pasó junto al poste derecho de la portería tras el leve toque del portero. El Wolverhampton buscaba vías de penetración ante un Rayo bien parapetado atrás, juntando líneas y dificultando la transición local. Los británicos sufrían persiguiendo sombras cuando el Rayo movía el balón con calidad buscando la magia de Trejo entre líneas. Superado el ecuador de la primera parte, todo parecía bajo control.

Un doble intento de cabeza de Toti fue todo el peligro que los de O'Neil pudieron generar ante el marco de un Cárdenas que atrapó el balón con seguridad al filo de la media hora. El partido estaba volcado futbolísticamente hacia el campo del Rayo, que seguía empeñado en defender ante la insistente posesión de balón de los amarillos.

El duelo se jugaba donde quería el Wolves, pero anímicamente estaba más cerca de lo que quería el Rayo. La intención  de los ingleses se topaba una y otra vez con el bloque bajo de un Rayo más conservador de lo habitual. El resultado era favorable, poco más que 'rascar' de una primera parte en la que la mejor noticia era la 'portería a cero'.

Descanso, objetivo cumplido.

Para el segundo tiempo, Iñigo siguió confiando en el mismo once, con una línea formada por Ratiu, Lejeune, Mumin y Pep Chavarría, el doble pivote con Ciss y Unai López, la media punta para Oscar Trejo, las bandas con Embarba e Isi y la punta de ataque para un inédito Randy Nteka en la primera mitad. Los ingleses también eran los mismos que habían iniciado un choque que seguía siendo favorable a los rayistas gracias al buen gol anotado por Isi a los 12 minutos.

Con los mismos futbolistas y con las mismas intenciones de ambos, la vuelta al césped siguió mostrándonos lo mismo de ambos. El Wolverhampton se hartaba de tener el balón muy lejos de las inmediaciones de Cárdenas, el Rayo se hacía fuerte sin balón y, a partir de ahí, poco más que contar. Cuando el Rayo combinaba con calidad se acercaba al área de Sa. Así, tras varios toques de primeras, encontraron a Isi desmarcado dentro de la zona de peligro, pero sin consecuencias ante la rectificación defensiva de Lemina.

Restaba media hora de partido y todo quedaba pendiente del cansancio de ambos equipos y de la aportación de los suplentes que pudieran provocar algún cambio de tendencia en un partido plano como el que se estaba viviendo en Molineux Stadium. El primer movimiento del técnico rayista fue para dar entrada a De Frutos en la banda derecha, sustituyendo a Oscar Trejo y metiendo a Isi en la posición de mediapunta. Los ingleses cambiaron al delantero (Guedes en lugar de Strand Larsen) y movieron otro par de fichas antes de un carrusel de cambios que hzo cambiar radicalmente la fisionomía del conjunto rayista.

Entraron Pacha Espino, Pedro Díaz, en su debut con el Rayo, y Balliu y se marcharon Ratiu, Unai López y Pep Chavarría. Quedaban veinte minutos y todo seguía igual, sin ritmo alto, sin ocasiones claras de gol y únicamente salvando la faceta defensiva por parte de un Rayo que seguía instalado en su propio terreno de juego. Mientras el Wolverhampton buscaba el empate con un remate de Hwang, Iñigo hacía las dos últimas modificaciones dando entrada a Gumbau y Etoo. El partido seguía 'moribundo' entre los tímidos intentos de los locales, aunque Cárdenas tuvo que emplearse a fondo ante un buen remate de cabeza en la más clara del segundo tiempo, y los casi nulos remates de los visitantes. 

Los minutos finales tampoco despejaron las dudas, pese a las ocasiones de Etoo y Balliu, y el partido terminó cerrándose con el único gol anotado por Isi Palazón que sirve para que el Rayo sume su primera victoria en el último 'bolo' veraniego. A partir de ahora ya todo irá en serio.