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CRÓNICA

Rayo Vallecano 1-2 Barcelona: En Vallecas no hay palancas

Los rayistas arrancaron eléctricos el primer cuarto de hora y cobraron ventaja en las botas de Unai López

Escrito por Martes, 27 Agosto 2024

    Un partido de poder a poder donde el equipo 'rayi rojo' sufrió en la segunda mitad con la entrada de Olmo

    Imagen del Rayo Vallecano - BarcelonaImagen del Rayo Vallecano - BarcelonaPasión por el Rayo

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (1): Cárdenas, Balliu, Mumin (A), Lejeune, Pacha Espino, Óscar Valentín (Pep Chavarría, minuto 68), Unai López (Ciss (A), minuto 56), De Frutos (Gumbau, minuto 64), Isi (A), Álvaro García (Embarba, minuto 56) y Camello (Nteka, minuto 64)

    Barcelona (2):  Ter Stegen, Koundé, Cubarsí, Bernal (A), Ferrán (Olmo, minuto 46), Pedri (Fermín, minuto 90+1), Raphinha, Gerard Martín (Balde, minuto 65), Yamal (Pau Víctor, minuto 90+6) y Lewandowski

    Goles: 1-0. Minuto 9. Unai López. 1-1. Minuto 60. Pedri. 1-2. Minuto 82. Olmo

    Árbitro: Soto Grado

    VAR: Figueroa Vázquez


    RAYO VALLECANO 1 (Unai López) - BARCELONA 2 (Pedri y Olmo)

    Mientras James observaba el Rayo Vallecano - Barcelona desde el palco de Vallecas después del importante desembolso económico que la propiedad ha realizado para ficharlo, Dani Olmo revolucionaba el encuentro en la segunda mitad tras haber sido inscrito a última hora después de haber dado de baja a no sabemos cuántos jugadores en cesiones, bajas médicas... Porque una temporada más las palancas le han funcionado al equipo culé y han brillado por su ausencia en Vallecas.

    Como indicábamos en la previa tras ver los entrenamientos de la semana, Íñigo Pérez iba a darle oxígeno a su 11 titular tras haber jugado en Getafe apenas 72 horas antes. Hasta 4 novedades de la zona de la medular hacia arriba: Unai, Isi, Álvaro García y Camello. El cansancio también llevó a Hansi Flick a no arriesgar con algunos de sus futbolistas por lo que su 11 estuvo plagado de canteranos.

    El plan del Rayo era sorprender a un Barcelona que llegaba a Vallecas líder tras haber dado una gran imagen en sus primeros encuentros. Y vaya si lo hizo. Al Barça y a todo el rayismo. Porque el primer cuarto de hora del conjunto vallecano fue para enmarcar. Presión alta, velocidad en la transición, acierto en los pases y ambición en la definición.

    Fue así como llegó el primer gol del partido obra de Unai López en un pase atrás maravilloso tras una cabalgada de un De Frutos que ha empezado la temporada de dulce. El delirio volvía a una Vallecas enchufadísima desde antes del minuto 1. Porque un abarrotado estadio de Vallecas derramó lágrimas (recordando a los suyos) y derrochó aplausos (homenajeando a todo un campeón olímpico) todos juntos. La medalla al cielo de Camello fue más que un detalle al azar.

    Con la grada convertida en el jugador número 12, el Rayo Vallecano aguantó a la perfección la propuesta futbolística de un Barcelona que encontraba a sus mejores jugadores entre líneas y empezaba a generar peligro por bandas. Sobre todo en las botas de un Lamine Yamal cuya proyección empieza a recordar a la de otro 10 culé.

    Sufría el Rayo que empezó a estar demasiado tiempo en bloque bajo y a renunciar a la presión con la que sorprendió en los primeros 15 minutos. Cárdenas salía al rescate de los suyos con firmeza y decisión en los tiros de Yamal o de Íñigo Martínez. Los de Íñigo Pérez estaban convencidos de que la victoria era algo más que una posibilidad si seguían mostrando esa fiabilidad defensiva.

    Tras el paso por vestuarios, los blaugranas pisaron el acelerador. Querían una remontada instantánea y empezaron a meter miedo acumulando muchos jugadores en posiciones altas y combinando con mucha velocidad. La entrada de Olmo le aportó claridad, además, desde una banda derecha meteórica. Jugó e hizo jugar. Porque Raphinha cayó a la izquierda y estuvo a punto de asistir a Lewandowski que inexplicablemente falló a portería vacía. Poco después el debutante la mandó al larguero antes del cuarto de hora. Justo cuando Pedri recibió solo en el punto de penalti para lograr el empate.

    Íñigo Pérez intentó frenar la sangría con los cambios. Piernas frescas y nuevas ideas para resistir, para conservar un punto que era un tesoro ante un Barcelona que se ha acostumbrado a ir a remolque y a remontar jornada tras jornada. Pero en Vallecas no hay palancas, o al menos no creemos que ni siquiera James lo sea. Solo Nteka pudo meter algo de miedo en un balón que se paseó por toda el área tras el pase de Gumbau.

    El Barça jugaba a placer y el Rayo solo podía montar algunas transiciones rápidas con Embarba o Isi que no tuvieron el fruto deseado. Y si el VAR nos iba a dar un breve respiro anulando el gol de Lewandowski tras un pisotón de Koundé a De Frutos, nada se iba a poder hacer con el tanto del jugador que revolucionó el partido: Olmo.

    La internada de Lamine Yamal, que se fue de Pacha Espino como si nada, y el pase atrás era medio gol y la rosca del ex del RB Leipzig fue la sentencia a un Rayo que se quedó con una mano delante y otra mano detrás después de 45 minutos de entrega y esfuerzo total y otros 35 de resistencia.

     

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