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CRÓNICA

Barcelona 1-0 Rayo Vallecano: Orgullosos de la franja, avergonzados del arbitraje

Las decisiones arbitrales condicionaron el resultado del encuentro y provocaron la indignación del rayismo

Escrito por Lunes, 17 Febrero 2025

    Los de Íñigo Pérez tuvieron momentos brillantes de juego al verse por detrás en el marcador

    Chavarria, en una jugada del Barcelona - Rayo VallecanoChavarria, en una jugada del Barcelona - Rayo VallecanoPasión por el Rayo

    Ficha técnica:

    Barcelona (1): Szczesny, Héctor Fort (Koundé, minuto 66), Cubarsí (Eric García, minuto 81), Íñigo Martínez, Balde, De Jong (Casadó, minuto 88), Gavi (A) (Dani Olmo, minuto 66), Pedri, Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski (Ferrán (A), minuto 81)

    Rayo Vallecano (0):  Batalla, Ratiu (A), Mumin, Lejeune, Pep Chavarría, Ciss (A) (Óscar Valentin, minuto 74), Pedro Díaz (Gumbau, minuto 61), De Frutos, Isi (Trejo, minuto 74), Álvaro García (Sergi Guardiola, minuto 87) y Nteka (Embarba, minuto 61)

    Goles: 1-0. Minuto 28. Lewandowski (p.)

    Árbitro: Melero López

    VAR: Díaz de Mera


    BARCELONA 1 (Lewandowski) - RAYO VALLECANO 0(-)

    Todos los aspectos del juego que el Rayo Vallecano pudo controlar en su visita a Montjuic salieron casi a la perfección. Y no le damos la perfección absoluta porque obviamente siempre hay aspectos mejorables y errores a subsanar. Pero del fútbol que desplegaron los de Vallecas en Barcelona nadie puede quejarse. De lo protagonizado por el cuerpo arbitral solo podemos sentir vergüenza.

    El Rayo comenzó juntando mucho sus líneas y siendo sometido por un Barça que era dueño y señor del balón y del tempo del partido. Los de Vallecas apenas lograban traspasar la línea medular salvo para hacer la presión alta que los blaugranas lograban saltar con eficiencia una y otra vez. Pero todo lo que le faltaba a los franjirrojos en ataque lo tenían en defensa. Al Barça le costó llegar al ecuador del partido para generar las primeras oportunidades.

    Raphinha avisó con un disparo cruzado tras un fallo de Ratiu que se fue lamiendo el palo. Apenas un minuto después volvió a intentar superar a Batalla con otro gran golpeo en el mano a mano que el cancerbero argentino le sacó con ambos guantes. Fue el preludio del 1-0 y del vergonzante episodio que íbamos a vivir en Montjuic.

    Porque apenas unos minutos antes del claro agarrón de Ciss sobre Íñigo Martínez que llevó a Lewandowski a los 11 metros tras revisión del VAR, Héctor Fort había agarrado igual de claramente a Mumin en otro córner. En esa ocasión, no hubo llamada del videoarbitraje. Y tampoco cuando ya con 1-0 Ciss sufrió un agarrón parecido al que él mismo hizo. Para sorpresa de nadie, el contador de un año sin penalties del Rayo Vallecano siguió inalterado.

    Mientras el rayismo se desahogaba en las redes sociales incrédulos por lo que estaban viviendo y pidiendo al equipo que se retirara del campo, el equipo vallecano se creció ante la adversidad. El Rayo de Íñigo Pérez vivió sus mejores minutos de largo de la temporada bailando a todo un FC Barcelona que para ese momento ya era líder.

    Solo el acierto de Szczesny evitó lo inevitable que era el empate. La tuvo Nteka y Álvaro García sin premio. Y la tuvo Jorge de Frutos, con premio. El segoviano hacía el 1-1 pero veía como el colegiado, a instancias de su linier, anulaba el tanto por interferencia de Randy en la jugada al estar en fuera de juego posicional y estar en la trayectoria de Íñigo Martínez. Supongo que en el futuro los futbolistas deberán volatilizarse.

    Pese al clamor del rayismo, el Rayo Vallecano compareció en el césped para la segunda parte consciente de que era capaz de jugarle de tú a tú al Barcelona. Las bandas eran su principal arma: Álvaro García y Jorge de Frutos estaban totalmente inspirados y no pararon de generar multitud de ocasiones ante un Barça que apenas podía achicar agua y buscar las contras para hacer el 2-0.

    Con el equipo volcado, Batalla se convirtió una vez más en providencial para mantener a su equipo con un pequeño hilo de esperanza en sacar algo positivo del encuentro. El guardameta defendía la meta rayista, sus otros 10 compañeros asediaban la meta blaugrana. Hasta que el líder de la temporada decidió bajar revoluciones y hacer posesiones largas que agotaron el ímpetu rayista. Y la gasolina.

    Los franjirrojos corrieron como auténticas bestias durante más de 85 minutos y pese a las últimas modificaciones de Íñigo Pérez para intentar refrescar la zona ancha, el motor rayista parecía gripado. Solo hubo tiempo para un último intento tras la internada de Embarba por banda izquierda cuyo centro a la cabeza de De Frutos se marchó alta. Fue un auténtico orgullo presenciar la pelea de los 16 jugadores rayistas que participaron del partido. Aunque la racha de 9 partidos invictos se haya acabado. Porque no siempre se puede controlar lo que no depende de uno mismo.

     

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