Con el marcador igualado tras el gol de Sadiq, el colegiado del encuentro, Quintero González, se acercó a la banda para recriminar al técnico del Rayo que en diferentes acciones del encuentro hubiese entrado dentro del terreno de juego para dar instrucciones a sus jugadores. El árbitro andaluz, probablemente advertido por el cuarto árbitro, se dirigió a Iñigo Pérez con evidentes signos de advertencia para que no rebasara la línea lateral, a lo que el entrenador vallecano contestó con una mirada fija, sin hacer ningún gesto y sin responder con palabra alguna a las indicaciones del trencilla. Un problema resuelto de manera teatral y exagerada, que bien pudiera haber pasado inadvertido de no ser por la escenificación de Quintero González.