Opinión. Se pueden hacer las cosas bien, regular, mal o como las hace habitualmente el Rayo Vallecano. Se puede ser coherente, honesto, claro, directo, contundente o un auténtico desastre se mire por donde se mire. Si el año pasado nos hubieran dicho a cualquiera de los que estuvimos durante muchos minutos esperando que se diera un resultado en otro campo para salvar la categoría, que el Rayo B iba a estar a día de hoy jugando el partido de vuelta del play-off de ascenso a Segunda RFEF, seguramente ninguno nos lo hubiéramos creído. Si además nos hubieran dicho que ese partido se disputaría en casa y con ventaja de resultado (porque les vale el empate o la victoria), todo hubiera sido más increíble aún. Lo que a nadie, absolutamente a nadie, le hubiera sorprendido es que nos dijeran que el Rayo iba a estar lejos de acercarse a lo entendible para un momento como este.
El Rayo no ha prestado especial atención durante toda la temporada a su filial (igual que tampoco lo ha hecho con el juvenil y el femenino). El Rayo no dio ningún valor, ninguna importancia y ninguna relevancia a la ronda anterior del playoff ante el Galapagar, hasta el punto de ser el propio entrenador el que terminaría reclamando más atención por parte de todos hacia unos futbolistas que están haciendo una temporada increíble.
Pero todo esto se ha quedado corto en el partido más importante de lo que va de curso para los vallecanos. Es probable que el entrenador no quisiera romper el ritmo habitual de sus jugadores hasta el punto de no jugar por la tarde cuando llevan toda la temporada jugando por la mañana. Es posible que pudiera haber otros condicionantes adicionales. Pero sea como sea, que el partido de hoy ante el Torrejón coincida en fecha y hora con la Carrera del Rayismo, me parece que roza el absurdo más absoluto.
En cualquier otro sitio se hubiera movido Roma con Santiago para conseguir que la Ciudad deportiva fuese una caldera y que las instalaciones se quedaran pequeñas, pero aquí parece que todo les llega gratis y que no es necesario hacer nada por ni para nadie. En Galapagar lo vivimos, en Torrejón lo vivimos, en Vallecas, otra vez más, se ha hecho poco o nada para conseguir que el equipo esté arropado y pueda apoyarse en un 'infierno' para clasificarse a la ronda nacional.
Sinceramente, me da igual que hayan anunciado hace un rato que se han agotado todas las localidades reservadas para el partido o que al final haya muy buen ambiente, porque, sea como sea, esto no va a tapar una gestión nefasta de nuevo. Unos pocos tuits, un vídeo de goles y poco más no se puede considerar una buena gestión. Que la afición de Vallecas (los que no estén en la Carrera del Rayismo y puedan acudir) haga el resto. Porque si es por los de siempre...