La afición del Rayo acompañó al conjunto vallecano en su visita a Balaídos. La presencia de un gran número de aficionados franjirrojos en la grada del club gallego fue posible tras largas horas de viaje por carretera, en tren y en avión, principalmente con destino a Santiago de Compostela. Así, el equipo de Sandoval volvía a estar arropado por una hichanda que nunca falla y que, después de un año de penurias y de momentos tensos, acaricia el ascenso a Primera División.