Arranca una nueva era en el Rayo Vallecano (Anxo Carro - Lugo -. Domingo, 12 horas). La salida de Sandoval y el fichaje de Baraja en Vallecas pretende obrar un milagro que hasta ahora se está viendo complicado, hacer que una plantilla plagada de grandes nombres trabaje como un equipo con un objetivo común. El anterior técnico no fue capaz de lograr que el engranaje funcionara y los malos resultados terminaron por sacarle del Rayo. El cambio pretende provocar un 'tsunami' interno que barra malos rollos, que aparque tensiones y que lleve el barco vallecano a buen puerto. De momento, recuperando piezas, el técnico vallisoletano podrá contar con muchos jugadores que no estuvieron presentes en los últimos 'coletazos' de Sandoval en el banquillo. Trashorras y Miku podrían ser dos de los 'amnistiados', mientras que Javi Guerra, Quini y un largo etcétera de los ausentes por lesión, han vuelto al trabajo con el grupo. Además, Amaya, que cumplió un partido de sanción ante el UCAM Murcia, podrá jugar en Lugo, un partido que se perderán tanto Fran Beltrán, concentrado con la sub-19 de España, como Lass, con compromisos internacionales con su selección.
El Rayo de Baraja ha ensayado, contrarreloj por la falta de tiempo para hacer una preparación idónea, varios sistemas con una idea clara en la cabeza: achicar espacios, presionar y evitar que el rival piense y busque los huecos a la espalda de cada línea de presión. La intensidad ha sido una de las señas de identidad de las sesiones de trabajo, que han incluido 'clases teóricas exprés' para hacer entender a los futbolistas la idea del nuevo técnico.
En principio y salvo sorpresas (el equipo trabajó hoy a puerta cerrada para preparar a conciencia el duelo del Anxo Carro) no se prevén grandes cambios en la alineación, más allá de la posición que ocupe finalmente Trashorras en el centro del campo o de la inclusión de Piti o Comesaña, así como Zuculini, que ante las bajas seguras de Fran Beltrán y Baena (que todavía no tiene ritmo ni preparación para actuar) será uno de los fijos de la medular vallecana.
El Lugo, por su parte, se ha desinflado en las últimas jornadas y no gana desde hace más de un mes. Su última victoria data del 1 de octubre, fecha en la que derrotó al Mallorca, y tras la cual únicamente ha sumado dos puntos merced a los empates en dos feudos complicados: Anduva (2-2 ante el Mirandés) y el Tartiere (1-1 con el Oviedo). Los otros tres encuentros han sido derrotas, ante Getafe y Cádiz en casa, ambos por el mismo resultado (0-1) y frente al Reus a domicilio (2-1). Para romper la racha, la directiva del conjunto gallego ha hecho un llamamiento a su afición y ha ofrecido una promoción de entradas para conseguir que la visita del Rayo sea cualquier cosa menos plácida.
Campillo, un viejo conocido de la afición vallecana tras su paso por el filial franjirrojo, será uno de los focos de atención de un Rayo que espera romper su mala racha de visitante y hacer bueno el tópico de "a entrenador nuevo, victoria segura".
