El Rayo Vallecano arruinó el estreno soñado del Huesca en el debut de El Alcoraz en primera división. Lo hizo con una propuesta, a priori, sorprendente.  Pocos hubieran apostado que Elustondo podría sostener la primera línea defensiva del Rayo. Y pocos hubiéramos alineado a Imbula en su primera semana con la franja. Por fortuna, nosotros no hacemos las alineaciones. Y por fortuna, Imbula ha dado un rendimiento sobresaliente en su debut en primera división. Seguramente sobresaliente se quede corto.

Arrancaba el partido como se preveía: con el Huesca y el Rayo peleando por el dominio del centro del campo. Los ataques del Huesca se estrellaban en los primeros minutos con la seriedad de la zaga rayista y un acertado Elustondo al corte. Los del Rayo, con la barrera cuando Raúl de Tomás tuvo el primer libre directo en el minuto 12.

Poco fútbol se pudo ver en los primeros 15 minutos del debut de El Alcoraz en primera. Los dos equipos recién ascendidos a la categoría pagaban sobre el césped una puesta en escena algo conservadora. No hizo falta buen juego para que el Rayo tuviera la primera clara del partido. Balón al área de Kakutá que pasaba, inexplicablemente, entre las piernas de un Trejo listo para el remate en área pequeña, y ni RdT ni Álvaro García acertaban a superar el mar de piernas oscense.

La respuesta de un Huesca que no dejaba de buscar la espalda de los laterales del Rayo vino a balón parado. Moi Gómez al segundo palo para Melero que cabeceaba y cuando el balón parecía ir para dentro, aparecía Álex Moreno como salvador del Rayo.

Despertado por el susto el Rayo empezó a carburar en el medio dejaba gracias a la conexión Kakutá-Imbula-Trejo-Álvaro. Funcionaba el 4-1-4-1 con Elustondo apoyado en labores defensivas por un Imbula eficaz en la salida de balón, solidario en defensa y magistral en ataque.

Se pudo comprobar con el latigazo que soltó en un balón suelto en la frontal y que se coló por toda la escuadra. Cambiaba el partido en el minuto 29 con el 0-1. El Rayo se volvía más peligroso en las contras y con espacios Raúl de Tomás estuvo a punto de firmar el 0-2 en el primer palo.

Acusó el equipo oscense el golpe aunque sin irse a la lona como demostraron Pulido y Melero con sendos disparos desde fuera del área aunque sin excesivo peligro para un Alberto firme en la primera parte.

El guión de la segunda mitad no iba a cambiar hasta el minuto 55 de partido. Werner sacaba de la escuadra un zurdazo de RdT y Leo Franco miraba al banquillo para cambiar el sino del partido con Gallar y el Cucho.

Lejos de amilanarse el Rayo siguió teniendo la manija y el tempo del partido. Fruto del dominio y de la magia de la bota izquierda de Kakutá llegó el 0-2. Raúl de Tomás marcaba en su debut de cabeza en el segundo palo. Se celebró en el césped, se celebró en la grada visitante pero no subió al marcador. Cosas del VAR. La rectificación se celebró como si hubiera sido el empate. De estar el partido sentenciado, el Huesca se volvía a meter en la pelea por los puntos. Lo hizo a base de empuje, de centros al área del Cucho, con un Alcoraz enchufado y una defensa rayista acusando los arreones. Falló lo infallable el Chimy. Y diez minutos después volvió a fallar lo infallable el Cucho. Pese a refrescar el ataque con Embarba y Álex Alegría, el Rayo se olvidó de atacar.

Abusaba el Huesca del balón directo y, pese a sufrir con un Alberto muy indeciso, el equipo de Míchel encontraba bocanadas de aire en unas contras finales que estuvieron a punto de poner el 0-2. La parábola de Advíncula pegó en el palo y se paseó por la línea de gol. El partido agonizaba. Míchel ya tenía su victoria. Imbula ya tenía su debut soñado. Y a RdT se lo quitó el VAR.

La duda ahora es ¿abrirá Vallecas contra el Alavés? Se avecina otra larga semana pero al menos se afrontará con una sonrisa en la cara.