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SPORTING - RAYO. Crónica

Sporting 1 - Rayo 1: El Rayo sigue sin ganar

Los de Jémez no supieron aprovechar su ventaja numérica ante un Sporting que se vino abajo tras el empate y que estuvo a merced de los vallecanos en la segunda mitad

Escrito por Domingo, 25 Agosto 2019

    El Rayo consiguió igualar el gol de Borja López  y, en una buena segunda parte, pudo haber logrado la victoria ante un Sporting que sufrió para mantener el empate.

    Ficha técnica:

    Sporting (1): Mariño, Medina, Borja López, Babin, Molinero (A), Javi Fuego (A), Nacho Méndez (A)(A), Manu García, Aitor (Cristian Salvador, minuto 67), P. Pérez (Neftali, minuto 85) (A) y Djuka (Alvaro, minuto 75).

    Rayo Vallecano (1): Alberto, Advíncula, Catena (A), Saveljich, Tito (R), Mario Suárez (A), Trejo (A), Pozo (A) (Joni Montiel, minuto 73), Alvaro (Bebé, minuto 65), Embarba (A)y Andrés Martín (Akieme, minuto 85).

    Goles: 1-0. Minuto 29. Borja López; 1-1. Minuto 58. Andrés Martín.

    Arbitro: Bikandi Garrido.


    SPORTING 1 - RAYO VALLECANO 1

    El Rayo Vallecano empató ante el Sporting en un partido con dos mitades muy diferentes. El Sporting golpeó primero, y el Rayo, en una buena segunda mitad, tuvo la oportunidad de ganar un partido que finalmente acabó en tablas. El Rayo sigue sin ganar.

    El duelo que medía a dos aspirantes a todo, como son Sporting de Gijón y Rayo Vallecano, suponía además el cruce de intereses de varios jugadores que en etapas anteriores habían militado en el rival de esta tarde. Alberto o Trejo, en filas vallecanas, y Javi Fuego o Borja López en el Sporting ponían un 'toque personal' a un partido que, a priori, iba a dirimir el potencial y el nivel de crisis de cada uno de los equipos.

    De inicio, Jémez dio entrada a Catena en lugar del sancionado Martín, pero además movía otras piezas buscando más solvencia en su equipo. Como ya hiciera en etapas anteriores, situó a Tito en la banda izquierda para sustituir a Akieme y buscar mayor consistencia en el costado, dejando la manija en el centro para Mario Suárez, una vez superadas sus dolencias en el tobillo izquierdo y situando a Andrés Martín como referente ofensivo.

    El Rayo jugó a lo que habitualmente juega, a sacar el balón desde atrás, a presionar arriba, a buscar la velocidad por las bandas. Y el Sporting a situarse en bloque, a presionar arriba y a explotar la velocidad y pillar desprevenida a la defensa rayista. Durante la primera media hora, salvo jugadas aisladas, el partido estuvo muy igualado. Embarba estuvo a punto de romper las hostilidades con un disparo que se envenenó tras rozar en un defensa y que obligó a Mariño a despejar a una mano para evitar el primer gol de la tarde. En la jugada participaban de manera poco efectiva tanto Alvaro como Andrés Martín, pero finalmente sería Embarba el que encontraría el camino directo a puerta. El Rayo avisaba, sin golpear. 

    Apenas diez minutos más tarde sería el Sporting el que conseguiría su objetivo. Un despeje hacia propia puerta de Saveljich se estrellaría contra el larguero de la portería de Alberto, desencadenando los acontecimientos que finalizarían con el 1-0. Un doble mal despeje, de Catena primero y Mario Suárez después, permitiría a un ex del Rayo, Borja López, enganchar un gran disparo que sorprendía al meta franjirrojo. El Sporting avisaba y golpeaba, mostrando la primera gran diferencia de un partido que seguía igualado en casi todo, salvo en el resultado.

    A partir del gol local, el Rayo pareció desesperarse buscando el camino más corto para llegar a la zona de influencia de un Andrés Martín que se movía de lado a lado, buscando generar los huecos que pudieran aprovechar los Trejo, Pozo, Alvaro o Embarba, que por momentos estuvieron bastante desaparecidos. El Rayo no encontraba su juego, porque el Sporting cerraba perfectamente  el camino a los hombres que se mueven entre líneas, dificultando las llegadas franjirrojas. Lo intentó Mario Suárez a falta de dos minutos para el descanso, tras una buena acción de ataque en zona de tres cuartos.

    El Rayo dejaba pasar la primera mitad sin encontrar las soluciones que demandaba un partido en el que el Sporting fue superior tácticamente, aprovechando además una de las escasas ocasiones en las que inquietó a Alberto. Mucho balón para el Rayo, pero poco más.

    Andrés Martín logró el empate y durante veinte minutos el Rayo jugó con un hombre más

    La segunda mitad arrancó con susto para los de Jémez. Un balón al hueco sobre Djuka, dejaba completamente solo al ariete sportinguista que batía a Alberto. La jugada, tras revisión del VAR sería anulada por fuera de juego, pero el aviso era claro, cuidado con los espacios a la espalda de los centrales.

    Y al contrario de lo que sucediera en la primera mitad, el primer aviso del Sporting no acabó en nada positivo para los suyos, dando paso a la acción que terminaría empatando el choque. Un gran envío de Pozo buscando el espacio de ruptura de Andrés finalizaba con la galopada del delantero franjirrojo que, tras superar a Babin, lograba golear sorprendiendo a Mariño con un remate a primer toque. El Rayo lograba, con la magia de Pozo y el oportunismo y velocidad de Andrés Martín, nivelar el partido y devolverlo a su escenario inicial.

    En la siguiente acción, el propio Andrés Martín conseguiría marcar, pero lo iba a hacer en fuera de juego, dando paso a unos minutos de auténtica locura. Primero Advíncula cometió una falta en la frontal del área de Alberto que Bikandi Garrido entendería como carga legal. Después, Pozo, culminando una veloz contra conducida por Embarba, buscó la escuadra de la portería de Mariño, enviando el esférico directamente fuera por poco. El partido se animaba, manteniendo la igualdad en el marcador. Con tanto movimiento, solo faltaba que el colegiado brindara una oportunidad más al Rayo. Méndez, abriendo excesivamente su brazo, golpeaba en el pecho a Pozo, recibiendo la segunda cartulina amarilla que iba a dejar a los suyos en inferioridad numérica durante más de media hora.

    Llegaba el momento para que el Rayo asestara el golpe definitivo a un partido que ya no se parecía en nada al choque táctico disputado en la primera mitad.

    Alvaro tuvo una gran ocasión con un remate cruzado desde el perfil izquierdo, pero su disparo pasó junto al palo (minuto 60). El balón ya era claramente para un Rayo que quería volcarse en busca de la victoria. Trejo peleaba arriba, Pozo seguía mostrando su calidad y tanto Alvaro como Embarba buscaban encontrar los huecos que pudiera haber en un Sporting con diez. 

    Ya solo faltaba el protagonismo del VAR, que paró el partido durante varios minutos para revisar una posible agresión de Mario Suárez, que finalizó con el típico "jueguen", sin más. Demasiadas pausas y muy prolongadas para revisar cada acción, así funciona el fútbol actual.

    El Sporting estaba a merced de un Rayo que lo intentó con sendos disparos de Bebé, que había entrado en sustitución de Alvaro, y de Trejo, que tras un gran control remató desviado. Jémez, además, sustituía al mago Pozo para buscar la calidad de la zurda de un Joni Montiel que fue de los jugadores destacados durante la pretemporada franjirroja.

    El partido solo tenía una dirección y parecía cuestión de tiempo que el Rayo consiguiera su objetivo ante un rival entregado a su suerte. Bebé volvía a intentarlo 'desde su casa', pero Mariño respondió bien ante el duro disparo del portugués, que seguía a lo suyo.

    A falta de diez minutos para el final, Tito iba a ser expulsado por roja directa tras derribar a Alvaro Vázquez en una acción en la que el delantero sportinguista partía de posición correcta tras el error de Advíncula rompiendo la línea y habilitando al delantero del conjunto asturiano. Nuevo vuelco para un partido que, en la segunda mitad, fue una auténtica montaña rusa de emociones para unos y otros.

    Con la igualdad numérica, y con todo lo que había sucedido en esta segunda mitad, los minutos finales parecieron servir para que ambos equipos se conformaran con el resultado sin que esto significara no aprovechar una última oportunidad que pudiera presentarse, principalmente a balón parado. Así lo intentó el Rayo a falta de un minuto para el final, pero el centro de Embarba sería fácilmente despejado por la defensa asturiana.

    La última llegaría con un remate de Bebé tras una gran acción personal de Embarba, que dio el pase de la muerte para que el portugués rematara mansamente a las manos de Mariño. El Rayo seguía buscándolo y lo haría durante los seis minutos que se añadieron al partido, fruto principalmente de las interrupciones del VAR.

    Al final, reparto de puntos que sabe a poco tras una segunda mitad en la que, después del empate y con la superioridad numérica, el Rayo no supo cerrar definitivamente un partido que parecía muy de cara.

     

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