Hace una semana, el Juvenil División de Honor del Rayo Vallecano perdía a su entrenador hasta la fecha, Mista, que decidía fichar por una franquicia del Atlético de Madrid en Canadá. Su recambio es un viejo conocido de la afición rayista, Iván Amaya, que ya ha debutado en el banquillo como entrenador de unos jóvenes que están deseando dar el salto definitivo de sus carreras.

Las sensaciones en su primer choque contra el Getafe fueron muy positivas: "Fue un gran partido. Fue una ilusión y una satisfacción defender mi escudo en una categoría como el juvenil división de honor. Fuimos valientes con una presión alta y tengo unos chicos muy inteligentes que en apenas 5 días me han demostrado que quieren llegar al primer equipo. Algunos estaban dormidos. Eran leones que estaban dentro de la jaula y desde el lunes les hemos abierto la puerta y estoy muy orgulloso de cómo jugaron contra el Getafe. Antes les habré visto 8 partidos en directo y otros muchos grabados. Había jugadores mal aprovechados que estaban dormidos y que van a ganar mucho en estos últimos 8 partidos que nos quedan hasta que termine la temporada".

Iván Amaya va a dotar al vestuario de su carácter y eso le ha servido para ser bien recibido: "Llegamos el lunes y nos han aceptado muy bien. Tengo mucho ganado porque al haber sido ex futbolista del Rayo ellos creen en mí como creían en Mista. Cada uno tenemos nuestra metodología y nuestro método de jugar y otras también son aceptables, pero creo que el equipo está muy bien. Llevo una semana y es pronto para hablar de nombres, pero hay muchos jugadores con gen Rayo, que sienten la camiseta y lo viven. Jugadores que llevan en el Rayo mucho tiempo y ese es el objetivo que hay que lograr. Los padres a veces se equivocan como yo me equivoqué en su día. Cuando te llama el Madrid o el Atlético los padres enloquecen y yo creo que el mejor sitio para ser jugador de fútbol es el Rayo Vallecano".

Conocedor de la cantera, él mismo lo fue, asegura que la del Rayo goza de buena salud: "Hay gente que dice que la cantera del Rayo ha perdido nivel, pero yo creo que desde cadetes a juveniles hay equipazos y creo que hay muchos futbolistas que pueden llegar al primer equipo. Hay equipos que están compitiendo la liga contra el Madrid y hay mucha calidad".

¿Más que antes cuando él empezaba? "Nosotros íbamos a campos de tierra nos daba igual lluvia, barro, nieve. Ahora los niños tienen las mejores botas, césped, ciudades deportivas... Pero el problema es el entorno, sobre todo representantes que hacen mucho daño al fútbol a estas edades. Están muy adelantados, hay mucho aprendizaje y mucha pasión de muchos entrenadores que antes fueron jugadores. Yo tengo a mi hijo en el Benjamín A del Rayo que tienen un equipazo que va a pelear por todo con los grandes y eso es algo que el Rayo está haciendo bien. Fabián Luzzi tiene los pies en el suelo y le acompaña el entorno familiar. Sabemos que hay equipos que le han querido y que ha dicho que no para seguir con el Rayo. Ojalá podamos seguir disfrutándole muchos años" nos explica Iván Amaya.

Con mucho trabajo por delante, al ahora entrenador se le nota feliz: "Yo estoy que parece que me han dado un juguete. Tengo la piel de gallina y me siento como cuando debuté contra el Hércules en el Rayo Vallecano. El Rayo me dio la oportunidad de debutar como jugador y de formarme ahora como entrenador. Imagínate lo fácil que son las charlas para explicarles qué es el Rayo. Hay que ir partido a partido. El otro dia en Getafe no merecimos el empate sino la victoria, por intensidad, agresividad y por ocasiones. No nos planteamos un objetivo sino ir partido a partido y defender lo que es el Rayo Vallecano, el escudo, la franja y la camiseta. Yo recuerdo cuando iba a los campos que decían 'hostia que viene el Rayo'. Siempre imprimía carácter, agresividad, intensidad y eso no se negociaba. Si le sumamos la calidad de los jugadores de ahora, es lo que quiero para el Rayo".

No va a estar solo porque por lo que nos cuenta, otros entrenadores están muy pendientes de sus chicos: "Tenemos suerte de tener a Paco Jemez en el primer equipo y a Angel Dongil en el filial. Paco se pasa al menos una vez a la semana por todos los campos para hablar contigo y ver cómo juegan los chicos o como planteamos el juego. Para nosotros es un aliciente muy grande" confiesa Iván Amaya.