Si quieren jugar que jueguen... Pero que no lo llamen fútbol. El fútbol huele a césped recién regado y a reflex. El fútbol también huele, pero sobre todo sabe a bocadillo de tortilla, de chorizo o de panceta. El fútbol suena a cánticos, a pitadas, y (cada vez menos por suerte) a insultos. El fútbol se siente con ese gol de Tamudo en el último minuto que aún hoy pone la piel de gallina a la hinchada del Rayo Vallecano, en ese abrazo para seguir animando a tu equipo o en las miradas de ilusión o nerviosismo de una previa.
Todo esto es lo que va a quedar atrás el próximo 8 de junio cuando la pelota vuelva a rodar a puerta cerrada con la celebración, probablemente, de la segunda mitad del Rayo Vallecano - Albacete. Y lo único que va a quedar es el fútbol que se ve, en concreto el que se ve por la televisión de pago. Porque se trata sólo de eso, de dinero.
Y este es el desolador aspecto que presenta el siempre bullicioso y precioso estadio del St. Pauli... Una pena... pic.twitter.com/8jpO4LPcZm
— PxR + PxRRadio (@pasionporelrayo) May 17, 2020
Mientras millones de familias cumplen estrictamente con las medidas de confinamiento desde hace más de dos meses, el fútbol recibe leyes a medida motivadas por intereses económicos. Cantidades repartidas para todos tras el acuerdo del Palacio de Viana en el que estuvieron presentes todos los implicados excepto los menos importantes: los futbolistas (y cuerpos técnicos) y los aficionados.
Pocos tienen dudas de que los contratos televisivos han permitido la subsistencia de muchos clubes. Al mismo tiempo han puesto precio a la cabeza de la pasión, la espontaneidad y la importancia del aficionado, que en muchos casos creó e hizo crecer a su equipo de fútbol hace más de un siglo.
La Liga con sus estrictas medidas económicas para los medios de comunicación ya hizo imposible que un medio tan humilde como Pasión por el Rayo estuviera a pie de campo esta temporada. Aun así seguimos informando desde la grada pagando con nuestro tiempo y con nuestro dinero el acceso a los estadios para compartir nuestra pasión por la franja. Ahora toca dar otro paso atrás y ver a nuestro equipo desde la televisión con el ojo que quiera la plataforma propietaria de los derechos de retransmisión y sin el ambiente de Vallecas responsable de que nos enamoráramos del club de nuestro barrio.
Opinión. El fútbol no debería volver.https://t.co/cVP65f9O1xpic.twitter.com/jasX2QV3AP
— PxR + PxRRadio (@pasionporelrayo) May 9, 2020
Con la que está cayendo me parece una aberración. Y no me trago lo de los puestos de trabajo porque sin la afición en los estadios ni hay recaudación en los bares aledaños a los estadios, ni ingresos turísticos por desplazamientos, ni consumiciones en las tiendas o restaurantes de los campos, ni personal de taquillas o de seguridad... Se hace por el dinero de la televisión y nada más. Esto es cualquier cosa, menos fútbol.