Otro recién ascendido y otra oportunidad para el Rayo de seguir metido de lleno en la lucha por los puestos altos de la clasificación. La llegada del Cartagena a Vallecas era vista por los vallecanos como la ocasión de refrendar con otro buen resultado en casa la victoria en Zaragoza. Seguramente pocos pensaban que un equipo a medio camino entre la zona de descenso y la zona noble pudiera ser un escollo insalvable para el mejor Rayo. La única duda estaba en saber qué Rayo saltaría hoy al Estadio de Vallecas.

Sobre el papel, lo primero que nos encontramos fueron las innumerables variaciones en el once que dibujaba el técnico franjirrojo. A la defensa volvía Velázquez, pero también lo hacían Mario Suárez y Comesaña al centro del campo, Isi y Alvaro a las bandas o Antoñín moviéndose en ataque. Pero la principal novedad de la jornada de hoy venía con la presencia de un Joni Montiel que, hasta la fecha, y quitando el choque de la Romareda, apenas había tenido ocasiones más que en momentos residuales de las catorce jornadas disputadas. Con Martín fuera, la cantera del Rayo se veía representada por la magia de la pierna izquierda de Joni.

El partido arrancó con un Cartagena valiente y serio, instalado en un clásico 4-4-2 con línea defensiva muy adelantada, que buscaba incomodar al Rayo desde el primer metro. La intención era clara, tocar el balón, jugar claro y evitar que el Rayo les pillara en una transición de las que tanto gustan en estos momentos por Vallecas. Los primeros instantes fueron para los visitantes, que poco a poco se fueron hundiendo unos metros, permitiendo que el cuadro franjirrojo diese un paso al frente.

Joni gozó de una buena ocasión con un lanzamiento de falta desde la frontal, pero su remate se estrelló en la barrera. Instantes antes había sido Mario Suárez el que aprovechaba un lanzamiento de falta lateral para rematar de cabeza, flojo y a las manos del portero. El Rayo quería despertar, mientras el Cartagena buscaba anestesiar el choque. 

Por momentos el partido se convertía en un duelo de transiciones de lado a lado, hasta que el Cartagena echaba el freno y buscaba el toque. Los de Iraola lanzaban balones largos para que Antoñín en una de sus 'alocadas' carreras pudiera rascar algo, con Alvaro e Isi muy abiertos en banda para que Joni pudiera participar por zonas interiores. Lo intentó el canterano con un pase al hueco al que no llegó Antoñín. El partido estaba igualado en casi todo, aunque ya se veía aparecer al Rayo.

Mediada la primera mitad Isi tuvo una clarísima ocasión. Superó a la línea defensiva en el centro del campo y, tras plantarse solo ante el portero, fue incapaz de superarle. Se perdía la ocasión más importante de la primera mitad.

Poco a poco el partido fue decayendo en intensidad con balón, iniciando una fase de intensidad sin balón a base de golpes, patadas, manotazos y todo arte de situaciones que provocaron un bajón importante en la velocidad del encuentro. El balón seguía siendo mayoritariamente del Cartagena, con un Rayo empeñado en pelear en la presión y obsesionado por correr. Un lanzamiento largo para Alvaro acabó con las protestas locales por mano dentro del área, aunque el colegiado anticipó la infracción al fuera de juego del extremo en el inicio de la jugada.

Joni Montiel quiso romper la monotonía con una gran acción individual que el jugador vallecano se fabricó y finalizó con un duro remate que se marchaba alto por poco. El Rayo volvía a rozar el gol, pero seguía sin conseguirlo y quedaban menos de diez minutos para la conclusión de un primer acto que todavía tendría un sobresalto para los locales. Un error inocente de Mario Suárez en el centro del campo iba a provocar una acción de ataque visitante que culminaría Aguza con remate desviado. Todo quedaba en el aire para la segunda parte.

El Rayo lo buscó pero no logro su objetivo

La segunda mitad arrancó con Iraola mirando al banco para mandar a calentar a Trejo, Pozo y Andrés Martín, mientras su equipo se volcaba en ataque buscando el gol que cambiara el rumbo del partido. El dominio franjirrojo era abrumador, aunque estaba claro que tocaba ser paciente y precavido, ante el riesgo de una contra que pudiera sorprender a los rayistas.

El partido había cambiado radicalmente, el Rayo mandaba, el Rayo dominaba, pero ni Cartagena ni Rayo llegaban para generar peligro claro. Un remate de cabeza de Isi a saque de falta lateral de Trejo fue lo más claro antes de entrar al tramo final del partido. Ahí ya estaban los Trejo y Pozo que, junto a Martín, habían entrado en sustitución de Joni, Mario Suárez y Velázquez. El partido era otro, el resultado de momento el mismo.

La tuvo Pozo, tras un gran desmarque y un mejor pase de Isi, pero su disparo cruzado salió junto al palo. Después llegaría la de Qasmi, tras centro desde la izquierda Alvaro. El Rayo empezaba a generar esa sensación de peligro que no había tenido hasta entonces, aunque fuera en destellos. Quedaba un cuarto de hora y el choque ya solo tenía color franjirrojo.

Con el Cartagena totalmente a merced del Rayo, los vallecanos siguieron intentando lograr una victoria que finalmente no llegaría y que evitó refrendar la gran victoria de La Romareda. Punto insuficiente para las aspiraciones del Rayo.