Se equivocó Andoni Iraola previendo un partido con pocos goles en el duelo entre Rayo y Mallorca y lo hizo porque el partido no respondió ni de lejos a lo que cualquiera hubiera esperado por Vallecas. Los visitantes arrasaron al Rayo en apenas veinte minutos.

El partido no pudo empezar peor para los intereses del Rayo. En el primer acercamiento bermellón, una gran acción en  pared rematada por Amath iba a poner cuesta arriba el choque para los de Iraola. El Mallorca, en su primera llegada al área de Dimitrievski, ya ganaba, así de fácil. Tocaba remar contracorriente desde el inicio.

En el primer cuarto de hora se pudo observar claramente la notable diferencia entre un equipo y otro. El Mallorca necesitó apenas dos llegadas para poner el partido patas arriba, mientras el Rayo intentaba crear algo de peligro en área rival.. En el minuto 13 iba a llegar el segundo para el conjunto insular, con Abdon como artífice de un 0-2 que hizo mucho daño al cuadro vallecano.

El Rayo estaba contra las cuerdas y se mostraba inseguro cada vez que su rival se acercaba al área. Tras un error en el remate de Mario Suárez, que remató alto con todo a placer, llegaría el tercer golpe casi consecutivo. Una falta al borde del área cometida por Advíncula iba a provocar el lucimiento de Salva Sevilla, que conseguía el 3-0 antes de cumplirse los veinte minutos de juego.

Un vendaval había llegado a Vallecas y amenazaba con arrasar lo poco que se mantiene en pie dentro de un equipo que llegaba en una racha espectacular de resultados y que el miércoles tendrá enfrente a uno de los mejores equipos de Europa.

Tras varios intentos infructuosos, y antes de llegar al descanso, el Rayo pensaba que estaba en condiciones de hacer algo digno en el partido tras un balón recogido por Advíncula en la frontal y rematado abajo. Sorprendentemente ni la defensa ni el portero fueron capaces de tapar el disparo del peruano y los vallecanos recortaban distancias. 1-3 y a soñar con la remontada en la segunda mitad.

Los primeros cuarenta y cinco minutos se habían consumido en Vallecas con el acierto goleador del Mallorca y con el querer y no poder de un Rayo que en veinte minutos había 'tirado a la basura' casi todas sus opciones de meter mano a uno de los mejores equipos de la categoría.

Poco que hacer en una segunda mitad sin a penas ocasiones

La segunda mitad arrancó con el Rayo dominando incluso más que en la primera, pero con poca claridad de ideas a la hora de afrontar el momento de decidir. El último pase pocas veces era el correcto y el Mallorca, que juntaba mucho sus líneas con una defensa adelantada que se mezclaba con la medular, vivía con calma la vuelta de vestuarios.

Y eso que Iraola había movido el equipo para buscar frescura. Isi, que recibió un fortísimo golpe en el rostro en una caída reclamaba como penalti, dejaba su sitio para la incorporación de Andrés Martín en banda derecha, mientras que Santi Comesaña sustituía a un inédito Pozo, perdido sin espacios en los que transitar.

El balón era del Rayo, pero apenas ocurrían cosas, que era lo peor que le podía pasar al conjunto franjirrojo. Un remate de cabeza de Saveljich, señalada como falta en ataque, y varios centros laterales sin rematador eran todo el artificio de un equipo que al menos mostraba algo de 'vergüenza torera'. Si había que caer, que visto lo visto era lo más probable, al menos no hacerlo sin recordarle al rival que estaba ganando a un equipo con aspiraciones de algo grande (aunque hoy no lo pareciera).

El Rayo lo intentó con remate de Qasmi a la media vuelta, pero su intento salió desviado, y coon un disparo de Alvaro junto al palo, mientras Andoni Iraola, que era expulsado con roja directa por protestar al colegadio, probó con la incorporción de Joni por Mario Suárez. Se acababan las escasas opciones de recuperar terreno.

Ahora toca pensar en la copa el miércoles ante el Barcelona, pero sobre todo en aprender de los errores para no repetirlos en la próxima jornda de liga ante el Espanyol. Habrá que pasar página.