Ficha técnica:
MÁLAGA C.F. (2): Dani Barrio, Mejías, Juande, Luis Muñoz (A) (Jairo, minuto 80), Joaquín (A) (Benkhemassa, minuto 66), Chavarría (Lombán, minuto 90), Rahmani (González, minuto 90), Matos, Jozabed (Caye, minuto 66), Escassi e Ismael.
RAYO VALLECANO (0): Luca, Advíncula, Catena, Martín (Joni Montiel, minuto 45), Fran García, Oscar Valentín (Ulloa, minuto 82), Trejo (A) (Bebé, minuto 66), Alvaro, Antoñín (Andrés Martín, minuto 45), Pozo y Guerrero (Qasmi, minuto 66).
Arbitro: Sagués Oscoz.
VAR: Muñiz Ruiz.
Goles: 1-0. Minuto 3. Joaquín; 2-0. Minuto 25. Luis Muñoz
MÁLAGA C.F. 2 (Joaquín y Luis Muñoz) - RAYO VALLECANO 0 (-)
Quería el Rayo seguir enganchado a los puestos de play-off y quería hacerlo a costa del peor local de la categoría. Quería el Rayo sumar de tres y quería hacerlo siendo protagonista en el partido. No quería tirar ni un minuto a la basura, ni regalar medio tiempo. No quería verse sorprendido, ni empezar a remolque. Pero una cosa es lo que se pretende y otra cómo suceden los acontecimientos.
Sin apenas tiempo para digerir el planteamiento de partido el Rayo ya tenía que remontar. Minuto 3 de partido, primer saque de esquina, el equipo se hunde en su área pequeña, Luca falla en el despeje, le regala un balón al único hombre que esperaba en la frontal, el malaguista Joaquín, y el 1-0 en un visto y no visto que ponía cuesta arriba todo lo que quería el Rayo y cuesta abajo todo lo que no quería. El Rayo defendió fatal el balón parado, Luca despejó un balón aparentemente cómodo para el portero, sin oposición rival, nadie cogía a Joaquín en la frontal. Imposible empezar peor.
Una vez encajado el bofetón inicial del Málaga, el Rayo intentó reponerse a base de manejar el balón y jugar de lado a lado. Lo hizo bien Guerrero con un taconazo que dejaba cerca del remate a Alvaro y lo buscó el propio Alvaro en la siguiente jugada con un remate a la media vuelta que tocó en la cepa del poste. Habían pasado diez minutos y el partido ya prometía emociones fuertes. Las primeras negativas, las siguientes, pendientes de evolución.
El Rayo pareció recordar por momentos que su peligro está en el perfil zurdo de 'Los García'. Por allí intentó girar el timón un equipo en el que Oscar nivelaba el centro del campo que compartía con Trejo y en el que Pozo se metía casi como segunda punta acompañanando a un Guerrero que lo intentó con un remate que le adivinó la defensa. Pozo caía unos metros por detrás del punta para generar y el Málaga sabía por dónde no debía dejar transitar al mediapunta franjirrojo. El Rayo iba perdiendo, pero tenía 'controlado' el balón hasta que una recuperación mas fulgurante contra hizo temblar los cimientos de un equipo que tuvo que confiar en los reflejos de Luca, que se recuperó bien del error de la primera acción. El portero tapó un buen mano a mano.
Antoñín, escorado hoy en la zona del ausente Isi, buscaba superar a su par sin éxito, mientras el partido se encaminaba a la mitad del primer período con la efervescencia rayista venida a menos y con la explosividad del Málaga a la espera de cazar un uno contra uno contra Martín para generar el nerviosismo que tan mal le venía a un equipo en desventaja.
El Málaga, que hoy estaba 'on fire', tan solo necesitó una llegada más para poner el partido patas arriba. Un buen centro en diagonal sumado a un garrafal error táctico-defensivo de Advíncula permitió a Luis Muñoz enganchar un terrible remate que terminó entrando por la escuadra derecha de la portería de un Luca totalmente superado. Era tan fácil como eso. Dos llegadas, dos goles, poco más que añadir sin haber alcanzado siquiera la media hora de partido.
Los de Iraola se quedaban sin recursos, con Pozo y Trejo cayendo continuamente en las emboscadas de su rival por el centro, con Antoñín estrellándose continuamente contra un muro mientras Alvaro se hacía invisible por el otro costado y con Guerrero haciendo cualquier cosa salvo tocar balón, abrir huecos o generar peligro. Con el 2-0 y quedando aún diez minutos para el descanso, lo mejor que le podía pasar al Rayo era afrontar la pausa del entretiempo para aclarar ideas y para ser ese equipo que quería seguir enganchado a los puestos de play-off a costa del peor local de la categoría, hasta hoy, claro. En la primera mitad y alcanzado el descanso, la imagen no era esa.
El 'espíritu de Cornellá' debía sobrevolar la Rosaleda en el primer cuarto de hora de una segunda mitad en la que, o se veían brotes verdes, o el conjunto vallecano ya podía ir guardando sus enseres para regresar a casa con el zurrón vacío y con el depósito de ilusión cada vez más escaso de combustible. Iraola leyó que el Málaga había sabido irse contra Martín y que Antoñín no fue capaz de irse ni en una jugada de su rival. Retrasó a Oscar Valentín para convertirle en central de urgencia junto a Catena, puso a Joni a la altura de Trejo y metió a Andrés Martín en el extremo derecho buscando el desborde que no había logrado en el primer período.
El primer intento fue un inocente disparo lejano de Joni que no inquietó a un inédito Dani Barrio. El segundo, un remate de Alvaro que tapó Mejía y el tercero un centro de Fran García desde la izquierda que se envenenó y que obligó a Barrio a enviar a córner. Otro disparo lejano de Joni que acabó en saque de esquina puso fin al 'semi-asedio' rayista de los primeros cuatro o cinco minutos. El partido arrancaba con un ritmo mucho más alto y con un Rayo mucho más vertical y vertiginoso buscando las bandas.
El carril izquierdo volvía a tomar protagonismo y Alvaro en el remate puso a prueba al portero del Málaga. Fran García llegaba con peligro una y otra vez y el Málaga ya notaba que el partido se le podía complicar por esa zona. Alvaro seguía encontrando espacios a la espalda del lateral para buscar los envíos de Trejo o Pozo, aunque las jugadas no acababan con el premio buscado. También hubo lugar para la enésima mala interpretación arbitral con incidencia directa en el choque. Una durísima entrada por detrás a media altura y con contacto con Fran García fue interpretada por el colegiado como tarjeta amarilla y no corregida por el VAR como roja. La entrada era tan peligrosa que no parecía ofrecer dudas, pero... más de lo mismo.
Mediada la segunda mitad, Iraola volvía a buscar un revulsivo en el banquillo tirando de Bebé y Qasmi y sentando a Trejo y Guerrero. Andrés se metía por dentro, Bebé buscaba abrir el campo y Qasmi lo que debía hacer era mejorar la escasa aportación de Guerrero en el devenir del choque.
Las llegadas del Rayo mostraron la desesperación de un equipo que lo buscaba todo, pero que no conseguía nada ante un Málaga que ya estaba instalado en la comodidad de un marcador que no vio peligrar salvo en escasos chispazos y que pudo rematar definitivamente el partido en una acción de Caye que superó a la defensa, remató escorado y obligó a Advíncula a salvar casi sobre la línea de gol. Iraola terminaba el encuentro con Qasmi, Ulloa, Bebé, Andrés, Alvaro, Pozo, Joni... mirando a portería contraria. No hubo nada que hacer. Tocaba esperar a que el tren del play-off que empezó a descarrilar hoy en La Rosaleda no termine saliéndose de las vías el próximo fin de semana ante la Ponferradina.