El Rayo Vallecano salió en tromba en la Nova Creu Alta. Los de Iraola trataron de robar la posesión a los catalanes y así evitar que jueguen cómodamente desde atrás, principal virtud de los arlequinados. Desde un principio el Rayo dejó claras sus intenciones: balones a Bebé y que el portugués cree. El ‘10’ se echó el equipo a la espalda y sacó su cañón de paseo: hasta cinco disparos realizó en la primera mitad, desde todos los ángulos posibles, aunque el más peligroso fue en el 45’, obligando a Ian Mackay a lucirse.

El guardameta gallego de origen escocés tuvo que emplearse a fondo también a la media hora de choque cuando Saveljich logró rematar un centre de córner desde la frontal del área pequeña que a punto estuvo de suponer el 0-1. El Rayo se marchó al vestuario con la sensación de no estar cuajando un gran partido, pero de haber merecido mayor premio, puesto que el equipo de Antonio Hidalgo apenas pasó del centro del campo.

Una segunda mitad para el olvido

Los de Vallecas comparecieron al césped con la misión de intentar hacer una segunda parte similar a la primera, al menos en cuanto al dominio del juego se refiere. El conjunto de la franja, sin embargo, se iba a llevar un duro revés. En el 54’, Adri Cuevas, centrocampista jerezano, cazó un balón en zona de tres cuartos y sin pensárselo dos veces, golpeó con pierna zurda. Su tiro se convirtió en imparable y sorprendía a un Dimitrievski que iba a ver como su estirada no servía para nada. Se adelantaba el Sabadell sin haber pasado del centro del campo prácticamente.

A partir de este momento, el Rayo supo que debía dar un paso más. En el minuto 57, tan solo tres minutos después del gol, un contragolpe rayista provocó que Josu Ozkoidi derribase a Trejo cuando se iba a plantar ante Mackay. El colegiado no titubeó y le mostró la roja al vasco para sorpresa del conjunto arlequinado.

Iraola no dudó y rápidamente introdujo cambios: Guerrero, Isi y Pozo entraron para tratar de oxigenar la delantera rayista que se encontraba en un túnel sin salida, sin ideas, muy espesa. En el minuto 74, Guerrero se sacó un gran tiro raso que salió repelido por el palo, avisaban los vallecanos. Seis minutos después, en el 80’, Bebé cazó un balón al segundo palo y remató de primeras, pero su golpeo no encontró portería.

Los minutos pasaban y el Rayo lo intentaba más con corazón que cabeza, y pese a que llegaba constantemente al área rival, las fuerzas flaqueaban y el peligro se esfumaba. En el minuto 94 llegó la puntilla. Un balón en largo de la zaga arlequinada sirvió para que Dimitrievski saliese de sus dominios. Tras el despeje en semifallo del macedonio, Cornud le sirvió de cara el balón a Édgar Hernández para que, desde muy lejos, marcase a placer puesto que no había portero. El Sabadell sentenciaba y el Rayo se hundía.

Con esta derrota, el Rayo Vallecano acaba la jornada en séptimo lugar, fuera de los puestos de play-off. Ya son cuatro partidos sin vencer, precisamente en el tramo más trascendental de la temporada.