El fútbol es impredecible y donde hace 5 meses había lágrimas y rabia por un descenso a Preferente ahora había felicidad, sonrisas y la ambición por clasificar para la promoción de ascenso a Segunda RFEF. El Rayo B presentó en el Valle de las Cañas su candidatura a ello tras una temporada infernal que esperamos pronto quede en el olvido.
Muy pronto se adelantaron los franjirrojos dejando claro que la cara de este equipo ha cambiado como de la noche al día. El pase filtrado de Cáceres en una transición ya merecía el gol pero Sergio Alonso lo redondeó con un recorte a Willy Gascón que le dejó seco para batir a placer la portería del Pozuelo. El filial quería, dominaba, se gustaba en la salida del balón pese a la alta presión rival.
No había hueco ni para los posibles fantasmas mentales porque cada vez que los pozueleros se acercaban a la meta rival, Mario Ramos se mostraba imperial. Suyo fue el mérito de que el partido no llegara al descanso con empate a 1 gracias a una magistral doble intervención al filo del descanso.
G⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽l del Rayoooooooooooooooo B
— Pasión por el Rayo + PxR Radio (@pasionporelrayo) October 15, 2023
G⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽⚽l de Asieeeeeeeeeeeeeeer
El 10 franjirrojo aprovecha un rechace para batir desde 40 metros a Willy de vaselina
Minuto 70
Pozuelo 0-2 Rayo B#TerceraRFEF#Grupo7
El paso por vestuarios sentó mejor al Pozuelo que al Rayo B. Los locales encontraban a Saugar una y otra vez entre líneas y empezaban a merecer el empate ante un filial conformista por minutos que tenía la posesión pero sin morder arriba. La entrada de Asier lo cambió todo. Los cambios introducidos por Jorge Vallejo le dieron una vida más a los de Vallecas.
Algo que se iba a traducir en el marcador cuando Asier aprovechó un rechace de Willy Gascón que le negó el gol a Sergio Alonso para batir de vaselina desde 40 metros al cancerbero local. El 0-2 parecía definitivo viendo la seriedad defensiva franjirroja y Jaime sentenció con el 0-3 pasado el 90.
Parece mentira que en apenas unos meses un equipo haya cambiado su cara así. Hemos pasado de la Preferente y las lagrimas al play-off de ascenso y el fútbol. Cuestión de estilos, supongo.