En el minuto 87 de un complicado partido contra el Alcorcón. El Rayo Vallecano Juvenil A volvió a realizar el pasado domingo un ejercicio de fe, confianza e insistencia que le están llevando a los puestos altos de la tabla. Un equipo que no gana por inercia ni por suerte sino por convicción y por unidad de todos los que forman cuerpo técnico y plantilla.

Y todo ello pese a que en la primera parte el equipo juvenil alfarero pudo irse al descanso ganando cómodamente en el marcador. Sin embargo, el desacierto en unos momentos y el acierto del guardameta rayista Adrián en otros nos dejaron el resultado gafas al paso por vestuarios.

Conscientes de lo que se jugaban pero con la limitación de los esfuerzos físicos (que ya se van pagando), de las lesiones (que están impidiendo a titulares tener minutos) y del ímpetu rival, el Rayo División de Honor se fue al ataque en busca de la victoria en el segundo acto. Un Alcorcón bien trabajado y dispuesto sobre el césped de la ciudad deportiva no le iba a poner las cosas fáciles.

Los franjirrojos percutían por bandas, sobre todo por la derecha de Iván Alonso, y generaban peligro tanto en balones colgados al área como en disparos de media distancia. El reloj y el marcador corrían en su contra hasta que al filo del tiempo reglamentario el recién incorporado Luis Kawecki iba a abrirse espacio en la frontal del área para soltar un derechazo que se coló sin que el cancerbero pudiera evitarlo.

La explosión de alegría y la piña en la celebración dejaron claro la importancia de estos 3 puntos justo antes de visitar la casa del líder. Una piedra de toque en el camino de esta plantilla y cuerpo técnico que siguen haciendo posible lo imposible y que pelearán con uñas y dientes por defender el escudo del Rayo Vallecano.

Domingo 12h en la Ciudad Deportiva Wanda de Alcalá de Henares.