LINARES DEPORTIVO 1 - RAYO VALLECANO B 0
Linares Deportivo (1): Lopito; Bauti, Higinio, Chico (A), Rosales, Vicente, Corpas (A), Fran Carles (Villaseca, minuto 82), Corbacho (Vitu, minuto 80), Siscu (Ventaja, minuto 62) y Rafa Payán.
Rayo Vallecano ‘B’ (0): Ismael Gil; Javi Robles, Álex, Parla, Molina (Nanclares, minuto 59); Toni Arranz, Campillo, Toni Conejo (Juanito, minuto 66); Embarba, Rubén Ramiro, y Mario (Saballs, minuto 75).
Árbitro: Marchante Flores.
Goles: 1-0. Minuto 55. Payán, de penalti.
El Rayo Vallecano ‘B’ ha visto como se esfumaban sus opciones de remontada ante un Linares Deportivo que jugó más ofensivo que en Vallecas, pero que terminó ganando el partido, y por extensión la eliminatoria, convirtiendo el juego en una guerra de guerrillas en la que se desenvuelve a la perfección.
Ni el ambiente, ni el terreno de juego, ni la forma de jugar del rival, ni siquiera la actuación arbitral, dejaron opción alguna al mejor fútbol del Rayo en una eliminatoria que debería haberse resuelto en la ida, pero que lo hizo en la vuelta y con el Linares Deportivo como vencedor. El equipo que mejor supo jugar una ronda de Tercera División seguirá adelante, y el que jugó a otro nivel, se queda en el camino.
Por partes. La afición de Linares volvió a estar espectacular, desde el primer minuto hasta el último. Llevó a su equipo en volandas hacia la victoria y, salvo excepciones, que siempre las hay, se mostró correcta. Ruidosa, sí, enchufada, también, contenta, por supuesto. Ningún pero.
A partir de ahí, todo fueron pegas para el Rayo B. El terreno de juego, seco e irregular, era un auténtico calvario para los jóvenes jugadores franjirrojos, acostumbrados a jugar el balón sobre el césped, Imposible. El Linares Deportivo, mucho más cómodo, con los envíos en largo, con los despejes a cualquier sitio y con la pelea en el cuerpo a cuerpo, agradeció la 'ayuda' que le prestó su propio terreno de juego.
Y hablando de fútbol es donde uno tiene más dificultades para explicar lo sucedido hoy. El pasado fin de semana, la superioridad del Rayo B fue aplastante, pero hoy no hubo lugar a la misma. El conjunto vallecano salió valiente, consciente de que se jugaba el ser o no ser en noventa minutos, después de una temporada en la que fueron de menos a más. Las entradas de Embarba por una banda y de Rubén Ramiro por la otra apenas inquietaban a la zaga local, que despejaba con contundencia. Un par de intentos de lejos hicieron despertar la ilusión entre los aficionados franjirrojos desplazados a Linarejos. Pero apenas fue un espejismo, porque el Linares, con su juego poco preciosista pero efectivo, fue tomando las riendas de la situación y terminó imponiendo su ritmo. Una tangana en la banda, con los dos banquillos y casi todos los jugadores enzarzados, pondría punto y final a la primera mitad.
La segunda parte fue peor para el Rayo B. El Linares siguió con su juego directo, con sus envíos largos para inquietar a los centrales, mientras los vallecanos perdían su fuelle en las inmediaciones del área de la portería de Lopito. Para colmo, un balón en profundidad, que finalizó con un discutido derribo del delantero local dentro del área, supondría la puntilla para el filial.
Embarba estuvo cerca de lograr el premio a su constancia, pero Lopito reaccionó bien, dando inicio a un carrusel de cambios, de pérdidas de tiempo continuas y de acciones embarulladas que dieron al traste con las opciones de un Rayo que, futbolísticamente, fue mejor, pero que, en la práctica, no supo dar un paso al frente para llevarse la victoria. Ningún gol en ciento ochenta minutos de juego, clave para explicar el resultado final.