El Rayo empata, de penalti en el último minuto, tras ser superior a la Real

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REAL SOCIEDAD 1 – RAYO VALLECANO 1

El fútbol tiene estas cosas, puedes ser mejor, puedes dominar un partido, puedes tener infinidad de ocasiones de gol, en definitiva, puedes ser dueño y señor de un choque en el que como no marques, terminas perdiendo. Este podría haber sido el resumen del encuentro que hemos vivido en Anoeta entre una Real Sociedad, que aprovechó la ‘caraja’ de los rayistas en la primera media hora, y un Rayo que controló el resto del partido, y que una vez más marró todas las ocasiones de que dispuso, hasta que en las postrimerías del encuentro el fútbol fue justo y le devolvió un punto a los rayistas.

El partido arrancó con la bronca que le brindó la grada local a la directiva de su equipo, en un ambiente algo enrarecido en el entorno social realista. Una vez iniciado el choque, la Real Sociedad aprovechó su empuje inicial y con un fútbol alegre y vistoso encerró a un Rayo al que le costó entrar en el partido y que vio como su rival poco a poco iba cercando la portería de Cobeño. El empuje realista se iniciaba en el primer minuto con un remate que sacaba Diamé bajo palos tras un saque de esquina.

El Rayo había cambiado algunas ‘piezas’ en su sistema, colocando a Albiol en el lateral derecho mientras Coke volvía a correr por la banda izquierda, con Collantes y Jofre ocupando la zona ofensiva de cada banda. Con estas variaciones los rayistas intentaban defenderse de la ofensiva de un equipo que se creyó superior y que intentó a base de llegadas rápidas desarbolar la línea defensiva rayista. Así, tras varias ocasiones protagonizadas por su delantero Aguirretxe, llegaba el primer gol del partido. Tras una acción iniciada por este jugador, con un pase en profundidad para Marcos, era el propio delantero el que aprovechaba un rechace dentro del área para batir a Cobeño (1-0, minuto 18).

Este golpe hacía justicia a lo vivido hasta el momento por dos equipos que jugaban a cosas distintas, y que lo siguieron haciendo hasta que el Rayo, a base de fútbol de calidad y toque, despertó. Habían ‘tirado a la basura’ la primera media hora de choque, pero desde ese momento el juego cambió y lo hizo para ofrecer al Rayo que se gusta jugando la pelota, a ese equipo que es capaz de tutear a cualquier conjunto de la categoría, y a fe que lo hizo. Dominó el juego y poco a poco fueron cayendo las oportunidades hasta llegar al descanso. Pachón en el 24 remataba un pase de Coke que se marchaba alto por poco, mientras Michel, un minuto más tarde, ponía en aprietos a Bravo, que fue uno de los grandes destacados de la Real en todo el encuentro.

El balón tenía un único dueño, el Rayo, que había borrado del campo a una Real que bastante tenía con defenderse e intentar salir a la contra para cerrar el choque. Collantes remataba duro en el minuto 35, deteniendo en dos tiempos el cancerbero guipuzcoano. Después sería Jofre el que lo intentaría sin suerte, pero de nuevo fue Piti quien, en el minuto 41, gozó de la mejor ocasión de la primera parte. Su remate lo sacaba de nuevo Bravo que estaba teniendo acumulación de trabajo.

La primera parte se había consumido con media hora y un gol para la Real, y un cuarto de hora e infinidad de ocasiones claras de un Rayo que volvía a estrellarse con su falta de acierto de cara a puerta.

En la segunda mitad el Rayo siguió dominando el choque

La segunda parte fue un calco de lo ocurrido en la recta final de la primera, sin tan claras ocasiones, eso sí, pero con un dominio total y absoluto de los rayistas. Sousa había debutado en sustitución de Piti y el Rayo seguía buscando el gol del empate, a base de buen fútbol y de criterio a la hora de mover el balón.

La Real Sociedad estaba sorprendida por la ofensiva rayista y únicamente tuvo dos destellos de calidad, con un lanzamiento de Castillo al travesaño de la portería de Cobeño y una contra que terminaron desperdiciando por un inocente fuera de juego. Antes, Pachón había solicitado un claro penalti cometido por Gerardo que el colegiado decidió no señalar.

A pesar de todo, el Rayo siguió buscando con fe la portería de Bravo y, cuando el encuentro llegaba a su conclusión, unas manos de Markel dentro del área ‘regalaban’ la posibilidad del empate para un David Aganzo, que había reaparecido en el minuto 65 y que no falló. El empate ponía algo de justicia en un partido que debería haber finalizado con la victoria del Rayo, pero que entre la inoperancia en el ataque y el buen oficio de los realistas, estaba destinado a finalizar con el injusto 1-0 que ofrecía el marcador.

En definitiva, un punto que sirve para mantenerse en la zona templada de la tabla y que da muchas esperanzas para un equipo que jugando como esta tarde en San Sebastián tendrá opciones de seguir luchando con los grandes de la categoría en la segunda vuelta.

Por el Rayo jugaron: Cobeño, Albiol, Coke, Salva (A), Tena, Diamé (A), Michel (Manolo, 82′), Jofre, Collantes (Aganzo, 64′), Piti (A) (Sousa, 45′) y Pachón.

Un sentimiento, una ilusión… ¡aúpa Rayo, aúpa campeón!