Adrián Embarba volvía a Vallecas con la camiseta del Espanyol y con público en las gradas. El recibimiento al ex jugador franjirrojo era una de las dudas a resolver antes del choque, una incógnita que pareció quedar resuelta en la presentación de la alineación del conjunto espanyolista, pero que volvió a generar incertidumbre cuando fue sustituido.
Cuando la megafonía del estadio vallecano 'cantó' el once inicial del Espanyol y se oyó el nombre de Adrián Embarba la ovación fue generalizada. Quedaba claro en ese momento que su regreso era dulce y que no tenía que ver con el de otros futbolistas que anteriormente vivieron situaciones similares. Pero cuando Vicente Moreno decidió que había llegado el momento del reemplazo la opinión no fue tan unánime. Mientras unos silbaban, otros aplaudían, y la sensación fue la de una división de opiniones que volvía a plantear la duda inicial sobre si Vallecas había recibido bien, mal o regular a un futbolista que había vivido situaciones variopintas durante su estancia en el Rayo, con etapas muy positivas y con otras en las que fue claramente criticado por la hinchada vallecana. Hoy hubo un poco de todo.