La pandemia provocada por el coronavirus se ha descontrolado en los últimos días por culpa de la nueva variante que poco a poco va haciendo incrementar las cifras de hospitalizados y fallecidos. Con este panorama y batiendo récords de contagios el Consejo Interterritorial de Salud estaría barajando volver a imponer restricciones de aforo en los eventos deportivos. Una situación que pondría en jaque al Rayo Vallecano.

Porque el club franjirrojo no es, precisamente, un modelo de gestión en lo que a la pandemia se refiere. Y los hechos están ahí. Más de 2000 abonados se quedaron sin poder reclamar la devolución del importe de los abonos de la temporada 2019/2020 y quienes sí lo hicieron tuvieron que esperar largas colas presenciales durante semanas con la incidencia del virus disparada. Unas colas que volvieron a repetirse con la campaña de abonos 2021/2022 y que se suceden cada 15 días con la venta física de entradas para los partidos que se disputan en Vallecas.

A todo ello habría que sumar que si finalmente se imponen restricciones de aforo, la actual situación del estadio franjirrojo no permitiría que todos los abonados de este temporada (unos 8500-9000 aproximadamente) pudieran entrar de manera simultánea. Con los precedentes del club conocidos por todos, el sistema de gestión o solicitud de partidos puede ser un drama para el rayismo. Al Rayo sólo le salvaría de la situación el hecho de que la Comunidad de Madrid finalizara las obras de adecuación que se están desarrolando en las gradas media y superior de la Albufera. Si recuperara las 14500 butacas disponibles podría gestionar hasta una restricción de aforo al 60%.

De momento son varias comunidades las que ya están imponiendo restricciones de horarios (o toques de queda) y parece inevitable que la reducción de aforos llegue a los eventos deportivos. De hecho ligas como la alemana ya están disputando sus partidos a puerta cerrada. De momento lo propuesto por el Consejo Interterritorial de Salud tiene que ser aprobado y ratificado por las competiciones y las comunidades.

Estas medidas que entrarían en vigor en enero afectarían a partidos tan relevantes para el Rayo Vallecano como sus enfrentamientos contra Atlético de Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao o Betis en Liga y Mirandés en Copa del Rey.