El Estadio de Vallecas no suele distinguirse por tener un césped perfecto ni a simple vista ni en la práctica semanal. Muchas han sido las ocasiones que el verde vallecano ha sido noticia por su mal estado y por presentarse como uno de los peores de la Primera División (incluso de Segunda).
Ayer vivimos el primer partido con el césped de invierno que, aunque no estaba totalmente asentado, aguantó bien y, visualmente, estuvo a muy buen nivel. Ahora toca esperar a que lleguen las heladas, las lluvias y las inclemencias del invierno para ver cómo aguanta. Iraola dijo que "espero que aguante más que el año pasado". Un deseo compartido por todos.