Dicen que a la tercera va la vencida. Y en el caso de Míchel se ha cumplido a rajatabla. Tras dos experiencias en primera no demasiado positivas, el entrenador por fin ha logrado asentarse en la categoría y su Girona empieza a carburar.

Tras colgar las botas, Míchel se convirtió en entrenador llegando muy pronto al banquillo de su Rayo Vallecano en una temporada en la que se cesó a Sandoval y Baraja y existía riesgo de descenso a Segunda B. En su primera temporada completa logró el ascenso a primera división siendo campeón de la categoría. Su debut en primera división, sin embargo, no iba a ser tan positivo como él se esperaba. El técnico apenas logró 6 victorias antes de ser cesado en la jornada 28.

Un guión que se volvió a repetir casi de forma idéntica el siguiente año en Huesca. El ex futbolista y ex entrenador rayista ascendió al equipo oscense como campeón pero su paso por primera apenas le permitió sumar 1 victoria en 18 jornadas antes de ser cesado.

Ha tenido que esperar a su tercer año en la máxima categoría para quitarse la espinita y ese estigma de que era un entrenador que no valía para la élite del fútbol español. En la jornada 27 ha logrado su novena victoria de la temporada y ha pasado de estar en descenso en la jornada 11 a tener Europa a 7 puntos. Con 11 jornadas por delante aún tiene que certificar la permanencia con un calendario complejo: Barcelona, Elche, Valladolid, Real Madrid, Sevilla, Mallorca, Real Sociedad, Villarreal, Celta, Betis y Osasuna.