Ficha técnica:
Elche C.F. (4): Edgar Badía, Lautaro (Verdú, minuto 70), Magallán, Lucas Boyé (Guti, minuto 73), Pere Milla (Nico, minuto 73), Tete Morente, Fidel (Collado, minuto 70), Josan, Gumbau, Clerc (A) (Ponce, minuto 73)y John.
Rayo Vallecano (0): Dimitrievski, Balliu, Lejeune (R), Catena (Oscar Valentín, minuto 62)), Fran García, Santi Comesaña, Pathé Ciss (RDT minuto 62), Isi (Oscar Trejo, minuto 62), Alvaro (A) (Mumin, minuto 45), Salvi Sánchez (Unai, minuto 74) y Camello.
Arbitro: Melero López. Amonestó a Iraola y Saveljich en el banquillo
VAR: Iglesias Villanueva.
Goles: 1-0. Tete Morente; 2-0. Minuto 51. Boyé; 3-0. Minuto 53. Fidel; 4-0. Minuto 72. Gumbau.
ELCHE C.F. 4(Tete Morente, Boyé, Fidel y Gumbau) - RAYO VALLECANO 0 (-)
Hoy era un día especial, un día señalado. Ese momento en el que los sueños que en Vallecas son reales, también tienen visos de realidad lejos del barrio. Futbolísticamente hablando, había muchos matices en el duelo con el colista y casi desahuciado Elche. Anímica y emocionalmente había mucho más que digerir a la hora del café, la copa, el puro... y la siesta. Hoy era el día de la confirmación para un Rayo que dio el 'do de pecho' ante el líder y supuestamente mejor equipo de la categoría y que a la vuelta de la esquina tenía al casi descendido y supuestamente peor equipo de la categoría al acecho.
Para dosificar, porque venimos de jueves a jueves con Barcelona en el retrovisor y Valladolid en el horizonte, Iraola hizo varias modificaciones en su once inicial y alguna sonó rara sobre el papel. Dejar fuera a Unai López después de su partidazo ante el Barsa era llamativo, no contar con 'los Oscar', Valentín y Trejo, podía tener su sentido en cuanto a carga física, dar entrada a Salvi y no a RDT en un partido de, a priori, un nivel inferior, era casi inexplicable. Pero como cada maestrillo tiene su librillo, las dudas aquí expuestas se quedaban en el cajón a la espera de la propuesta inicial de un Rayo que quería presentar ya oficialmente su candidatura a puestos europeos. Ese era el objetivo a corto plazo, cambiar de objetivo a largo plazo: olvidar la permanencia para pensar en Europa.
Los primeros movimientos en el partido fueron más que prometedores. El Rayo salió enchufado y decidió poner la directa jugando todo lo que se podía jugar en campo de un Elche que, después de cinco minutos de agobio, montó una demoledora contra con Lautaro Blanco, Lucas Boyé y Pere Milla que remataba para encontrarse con un Dimitrievski salvador. La propuesta del Rayo era dominar, la del Elche contragolpear. El trabajo de unos en defensa se topaba con la de los otros en la atención tras pérdida. Las cartas estaban sobre la mesa y ni unos ni otros escondían su jugada maestra.
Los centros laterales de los extremos rayistas sobrevolaban el área de Edgar Badía obligando a los zagueros a despejar con contundencia y asiduidad infinidad de balones colgados al área. Los de Iraola lo tenían claro, había que poner mucha madera en la caldera defensiva de un Elche que respiró cuando en el minuto 11 Isi se encontró con un balón en la frontal equivocándose en la definición de la jugada. Alvaro entraba completamente solo por el centro y el disparo del murciano se marchaba directamente fuera. Otro aviso.
El Rayo recuperaba con facilidad los balones y sin aparente esfuerzo volvía a jugar en ataque. Así de fácil parecía la cosa para los de Vallecas. El Elche apenas pasaba del medio del campo y, salvo en la jugada inicial, consumía el tiempo persiguiendo a los jugadores de un Rayo que presionaba alto y que aprovechaba el trabajo de Ciss como 'coche escoba' para recuperar cada balón que superaba la primera línea de presión.
Camino del 20 de juego Fran García quiso cambiar el orden establecido con un disparo lejano que se marchó por mucho, pero que vino a decir a los suyos que si el camino inicial no daba resultado, había otras alternativas que también eran válidas. Alvaro decidió que volver a probar a Badía tenía que dar sus frutos, tampoco. Poco después, una falta lateral lanzada por Isi casi se transformó en el cambio de número en el marcador visitante. El asedio rayista era constante, total y absoluto. Consumida la mitad de la primera parte, sólo faltaban el gol del Rayo y la vergüenza del VAR. Lo primero no llegó, lo segundo sí. En un balón dividido dentro del área un defensor del Elche derribaba clarísimamente a Catena y con el árbitro mirando a otro lado y en el VAR durmiendo la siesta no se señaló nada. Eso sí, en el VAR despertaron con el 'entradón' de Lejeune a Pere Milla que le mandó a vestuarios con tarjeta roja directa en el minuto 26. No había duda, lo de Lejeune fue escandaloso y sin discusión.
El Rayo veía cómo se pasaba del posible penalti para el 0-1 a jugar con uno menos durante una hora. Eso sí, al menos descubrimos que la inacción del VAR fue sólo momentanea. El Elche quiso aprovechar la 'zozobra' vallecana con Tete Morente rematando de nuevo a puerta para que Dimitrievski volviese a despejar con algún apuro. Los ilicitanos empezaron a tener algo más de protagonismo en un partido en el que hasta ese momento habían estado a merced de las decisiones rayistas. La desesperación vallecana quedó escenificada en las protestas de Iraola y la tarjeta amarilla para el técnico vasco. Lo mejor en ese momento era llegar al descanso, respirar, replantear la estrategia y seguir trabajando y sufriendo para demostrar que incluso con uno menos, el Rayo era mejor que el Elche. Pero no se dio. Cuando se cumplía el minuto 45 un remate de cabeza de Tete Morente a la salida de un córner tocaba en Balliu para subir el 1-0 al marcador. Ver para creer, pero había que creerlo porque estaba sucediendo. El Rayo, después de una primera parte de dominio casi absoluto se marchaba al descanso por debajo en el marcador y lo hacía pese a que la defensa ilicitana regalaba un balón a Camello que, incomprensiblemente, no llegó a controlar permitiendo que Badía se la quedara, y con Camello de nuevo rematando de cabeza por encima del larguero un balón en ventaja para llegar al descanso con el 1-0 en el luminoso de un Martínez Valero que respiraba aliviado.
Tocaba remontar en la segunda parte con un jugador menos sobre el césped, pero...
▶️ Se reanuda el juego en el Martínez Valero (1-0)
— Rayo Vallecano (@RayoVallecano) April 29, 2023
Entra @abdul_mumin30 por Álvaro García.#ElcheRayo#VamosRayopic.twitter.com/URXzjtjXbk
Tras el descanso, la esperada reestructuración llegó con la entrada de Mumin para ocupar el hueco dejado por la expulsión de Lejeune y ocupado hasta el minuto 45 de manera interina por Pathé Ciss. Alvaro fue el damnificado porque tenía tarjeta amarilla y porque Iraola pensó que Isi debía ir al extremo y de perder una pieza que fuera en el enganche y no en el mediocentro defensivo.
En el primer intento del Rayo, Isi disparó desde el centro del campo buscando sorprender en la distancia a un adelantado Badía que vio cómo el balón se marchaba directamente fuera. Quedaba mucho camino por recorrer y mucho esfuerzo que aportar a una remontada que debía llegar con un jugador menos sobre el terreno de juego. Pero la hazaña se tornaba casi imposible cuando en el minuto 51 Lucas Boyé aprovechaba una imprecisión en el centro del campo, un pase al segundo palo y un balón en ventaja y con la defensa dejándole llegar y rematar bajo las piernas de un Dimitrievski que sólo pudo mirar cómo el Elche lograba el 2-0 complicando el sueño de un equipo que se hundió irremediablemente apenas dos minutos después. Fidel aprovechó el desastre vallecano para hacer el 3-0. El colista goleaba a un desconocido Rayo.
Había que frotarse los ojos para asegurarse de que lo que mostraba el marcador del Martínez Valero era realmente lo que estaba sucediendo sobre el césped. No había duda, quedaba media hora para que el Rayo volviese a encontrar su sitio sobre el césped, porque estaba cayendo con el colista de manera amplia y contundente. Para lograrlo, Iraola daba entrada a Oscar Valentín, Oscar Trejo y RDT en lugar de Catena, Ciss e Isi, con la idea de recomponer la imagen de un equipo que estaba 'grogui' y que siguió recibiendo golpes de un Elche que ahora sí entendía lo que estaba pasando. Un balón entre centrales iba a ser aprovechado por Gumbau para vapulear a un Rayo que pedía a gritos que se acabara la pesadilla del día de su 'confirmación'.
El tramo final del partido fue un suplicio para el Rayo y la gloria para un Elche que se irá a segunda recordando cómo arrolló a un Rayo que venía de ganar al líder unos días antes. Todavía tuvimos que ver un balón al larguero, un posterior mano a mano de Nico y otro tiro al poste, que de milagro no fueron el quinto, sexto y séptimo para el Elche ante un equipo que había bajado los brazos y que ya no era ni la sombra de lo que se espera de él. El primer intento por ser más grande de lo que se supone que eres acabó de la manera más brusca e inesperada posible. Se puede perder contra cualquier rival de la liga, pero no así. Toca seguir.