El árbitro del At. Madrid 2-1 Rayo Vallecano no tuvo un partido sencillo anoche. El colegiado, que escuchó una sonora pitada cuando se anunció su nombre por megafonía, esperó durante varios minutos la confirmación del 1-0. Los jugadores vallecanos le rodearon hasta que el VAR decidió que no entraba en una jugada en la que Reinildo agarró clarísimamente a Lejeune de la camiseta.
Durante todo el encuentro la hinchada local le recriminó algunas acciones consideradas como falta a favor del Atlético de Madrid. Soto Grado anuló el 2-1 por fuera de juego a instancias del VAR, que no consideró apropiado avisar al colegiado en el gol que sirvió a los colchoneros para llevarse la victoria. Los jugadores de Rayo Vallecano protestaron una acción de Griezmann sobre Chavarría, pero tras esperar la revisión el gol subió al marcador, provocando el enfado de Francisco, que sería expulsado por entrar al terreno de juego.