La trayectoria de Paco Jémez lejos de Vallecas no ha sido todo lo exitosa que a él le hubiera gustado. Pero pese a ello el ex técnico franjirrojo sigue manteniendo la ilusión por los banquillos y por volver a encontrar un proyecto similar a aquel Rayo que le catapultó al top de entrenadores. Y decimos similar porque él mismo sabe que no habrá otro igual.

"Para mí no hay otro igual. Y lo vuelvo a decir: no quiere decir que sea mejor o peor pero es así, es distinto. Yo doy gracias a Dios de que me haya hecho pasar por Vallecas. Me siento un privilegiado, una persona tremendamente honrada de haber defendido esa camiseta y ese escudo y ojalá en el futuro pueda volver a hacerlo. Porque cuando sales de ahí, eres mejor. Si estás bastante tiempo, sobre todo, y miras atrás dices: "Ellos me han hecho ser mejor" sin duda y eso en el deporte y en el fútbol es muy importante" dice el ex de la franja durante una entrevista con Mundo Deportivo.

El técnico recuerda con mucho cariño no solo su etapa en los banquillos sino también su primer paso como futbolista: "Yo llego en 1992 de la mano de Camacho, que me firma del Murcia. Ahí fue mi primer contacto con Vallecas, con La Franja, con su gente y con el barrio. Es difícil olvidar esos momentos porque yo siempre digo que la gente que pasa por Vallecas, una vez que sale de allí, ya no es la misma. Y casi siempre es para mejor. Es un equipo distinto, una gente diferente pero con eso no quiero decir ni que sea mejor ni que sea peor que otros equipos, simplemente es otra cosa. Allí estuve solo una temporada, hasta que me traspasaron al Deportivo, pero recuerdo muchas cosas, sí".

Una de las que más le marcó fue la relación entre la hinchada, el barrio y los profesionales: "Con la afición no es lo mismo ser jugador que entrenador. De hecho tienes más contacto con ella cuando eres entrenador pero siempre he tenido muy buena relación porque este carácter mío de decir las cosas a la cara y demás casa muy bien con como son ellos. Son tremendamente cariñosos y tremendamente comprensivos porque sabe dónde estamos y quiénes somos. Pero también tremendamente exigentes pero no con el resultado, sino con que te dejes todo sobre el césped y por eso andar con ellos un camino es muy fácil porque son gente que va en la misma línea que tú".

Y claro, en el horizonte y en la memoria siempre está aquel histórico Rayo Vallecano que logró el récord de puntuación en la historia del club en sus 99 años de historia y en sus 21 temporadas en Primera: "Aquel equipo jugaba como los ángeles. Donde íbamos, la gente nos felicitaba. Muchas veces yo acaba los partidos y estaba cabreado porque había perdido pero venía el entrenador del equipo contrario o los jugadores rivales y nos decían: "Es una delicia ver cómo jugáis" y tu pensabas "coño, estamos haciendo algo bonito". Además con uno de los presupuestos más bajos de Laliga porque estábamos en concurso de acreedores y el dinero no abundaba. Felipe (Miñambres, director deportivo del Rayo en esa época) hizo un trabajo buenísimo trayendo a gente cedida y nos fue muy bien. Así que hay que recordarlo y seguiremos haciéndolo mientras haya un equipo que sea capaz de superarnos".