Ni partidos del filial en su fase de promoción de ascenso a Segunda RFEF ni la carrera del rayismo ni nada de nada. El estadio de Vallecas cerró sus puertas a cal y canto el pasado sábado 24 de mayo tras el Rayo Vallecano - Mallorca y no volverá a abrirlas hasta finales de agosto. Todo debido a las obras de remodelación que está ejecutando la Comunidad de Madrid.
Unos trabajos que ya son visibles desde el exterior del recinto franjirrojo y es que los andamios se han adueñado del estadio vallecano. Los trabajadores están montando esta estructura y una grúa para retirar las cubiertas con amianto de ambas gradas (Arroyo del Olivar y Albufera) que serán sustituidas por chapas galvanizadas.
Un trabajo que requerirá varias semanas de trabajo ya que todo el alumbrado del estadio tendrá que ser desmontado y vuelto a colocar sobre la nueva cubierta en ambas gradas. Paralelamente, las obras llegarán hasta la grada de Payaso Fofó donde se arreglarán los falsos techos y las fisuras de la fachada en las federaciones (boxeo, tenis de mesa, billar y ajedrez) que ocupan los bajos del estadio, así como los arreglos necesarios en los sanitarios y la eliminación del pavimento degradado, el óxido de barandillas y humedades existentes.
Finalizados estos trabajos se procederá al pintado de las escaleras de gradas y al arreglo de los aseos de la zona de Arroyo del Olivar (los de la Albufera fueron renovados en la anterior fase de obras).
Todo ello con un plazo de entrega que no puede ir más allá de la última semana de agosto cuando se calcula que el Rayo Vallecano jugará su primer partido de Liga como local (empezará siendo visitante las dos primeras jornadas) y su primer partido como local en la Conference League si el estadio de Vallecas pasa la inspección de la UEFA.

¿Estará listo el estadio para ese debut europeo?