¿Cómo está el vestuario después de la derrota en Vallecas?

El vestuario está tocado después de la derrota en un partido que entendíamos como una final. En nuestros mejores momentos del partido nos llegaba lo más duro, que eran los goles de ellos, y el equipo no ha podido reaccionar. Nos toca levantarnos, somos sufridores y vamos a sufrir hasta el final, no podemos pensar en otra cosa. Teníamos el objetivo de sacar algo positivo hoy aquí en Madrid, pero no ha podido ser. Hay que felicitar al Rayo porque ha conseguido tres puntos, que se alejan de nosotros, pero que seguimos teniéndolos cerca y hay que ser optimistas.

Era un partido muy importante para salir de los puestos de descenso.

Eramos dos equipos que estábamos igualados con veintiséis puntos y el que sumara tres saldría del descenso. Sabíamos de la dificultad que tenía el partido, pero hay que ser optimistas, confiar en nosotros mismos, porque hemos salido de situaciones mucho peores. Nos quedan diez partidos, treinta puntos en juego, y estamos a tres de la salvación. Pensar que estamos desahuciados no me entra en la cabeza, al contrario, vamos a trabajar muy duro para preparar la próxima final y pensar que vamos a sacarlo adelante. Si ganamos el lunes, seguramente volveremos a salir de descenso, porque está todo muy igualado.

Más que los tres puntos, lo importante es la imagen del equipo, que en dos partidos, Sevilla y Rayo, ha jugado muy mal.

En la primera parte el equipo no ha jugado tan mal, hemos hecho nuestro partido y ellos no han tenido ocasiones de gol. En una jugada de estrategia nos han hecho el primero y nos ha afectado. En la segunda parte, cuando el equipo estaba bien asentado e intentando jugar en campo contrario, nos ha llegado el segundo. Hay que mejorar eso.

¿Teme por su puesto?

Llevo escuchando nombres desde la primera jornada, así que no me preocupa. Mi ambición me hace trabajar a partir de mañana pensando en el lunes que viene y son decisiones que uno no puede dominar. Yo domino las mías y en ese sentido la dinámica no es buena, con tres partidos sin puntuar. Esas son decisiones que tiene que tomar el club, y no soy yo quién para hablar de ellas.

Le está costando mucho al Almería conseguir puntuar fuera de casa, en la segunda vuelta cero puntos.

Ha cambiado mucho, en la primera vuelta era al contrario y puntuábamos más fuera de casa que en casa y en estos tres partidos ni en casa ni fuera. Ahora todo parece estar muy negro y muy negativo, algo comprensible, porque hemos perdido en campos que eran finales para nosotros, pero ni mucho menos estamos hundidos, este equipo está fuerte y va a competir. Somos sufridores hasta el final.