Rayo Vallecano 1-0 Getafe: Europa vía París

Cabezazo de Lejeune para hacer el Rayo 1-0 Getafe

El equipo de José Bordalás dominó la pelota y el Rayo transitó buscando la sentencia

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Durante muchos años nos contaron que los niños vienen de París. Y por lo visto esta noche en el Rayo Vallecano – Getafe parece que los sueños europeos de Vallecas también. En un momento en el que ha estado muy cuestionado por el estado defensivo del equipo, el parisino Florian Lejeune volvió a insuflar la llama europea en el corazón del rayismo gracias a un testarazo nada más arrancar el último derbi de la temporada.

A priori, Íñigo Pérez buscaba piernas e ideas frescas. Solo así se entiende que después de esa racha de resultados tan negativa para los de Vallecas, el técnico navarro hiciera un buen puñado de cambios con respecto a los anteriores choques. Y no solo los obligados por las sanciones de Batalla y Ratiu.

Cárdenas, Balliu, Aridane, Pep Chavarría, Unai López y Embarba eran las grandes novedades ante un Getafe que también llegaba bajo mínimos (aunque pudo ser peor). Los dos equipos empiezan a acusar la longevidad (y la intensidad) del campeonato sin terminar de cerrar los deberes que se pusieron al inicio del curso. El equipo rayista lo fiaba (casi) todo a las botas de su falso 9, Álvaro García, que se convertía en el tercer jugador con más partidos en la historia del Rayo en primera división.

Por ello ambos equipos necesitaban la victoria para sellar un año complicado pero notable. Y el Rayo salió a morder y a convertir Vallecas en un fortín. Iba a encontrar pronto el premio en un cabezazo de Lejeune que sorprendió a un David Soria que se vio sorprendido (iba a ser la única ocasión del encuentro). Hacía mucho que Vallecas no celebraba así un 1-0.

La victoria hizo que los franjirrojos dieran un paso atrás y los azulones dos adelante. El ritmo y la pelota eran del Getafe, las contras peligrosas de los vallecanos. Pero ni unos ni otros terminaban de encontrar la mejor versión de sí mismos. En fútbol sorprendió el conjunto azulón con Milla y Terrats asociándose y mostrando su mejor versión buscando a un inspirado Bertug.

Al descanso, el cabezazo de Lejeune que perforó la meta visitante fue el único disparo a portería. Porque cada centímetro del terreno de juego se disputaba, cada brizna de césped asistía a un duelo de máxima tensión. En el barro, merecían más los de Bordalás.

Pero tras el descanso el Rayo se deshizo de las cadenas del resultado y empezó a contragolpear con muchísimo peligro. Y las ocasiones se sucedieron una tras otra. De Frutos obligó al canberbero el Geta a ir abajo con todo. Álvaro García iba a perdonar en un mano a mano poco después. A la tercera no fue la vencida: el zapatazo de Pep Chavarría desde la frontal volvía a encontrarse con el muro azulón.

A la hora de juego los de Vallecas merecían golear y sentenciar. Pero ya conocemos cómo de caprichoso es el mundo del fútbol en el que un minuto puede cambiarlo todo. Precisamente ese fue un factor clave dl choque desde entonces: los cambios. Bordalás metió a Carles Pérez e Íñigo a Óscar Valentín (por un lesionado Ciss) y a Pedro Díaz y Sergi Guardiola.

La falta de solidez defensiva de jornadas anteriores de los de Vallecas fue un recuerdo casi olvidado contra el Getafe. Porque el esfuerzo solidario de todo el equipo cerraba todas las vías de ataque a un equipo azulón que poco a poco fue cayendo en la desesperación.

El exceso de revoluciones le costó a los getafenses jugar con 10 el último cuarto de hora por una protesta inexplicable de Djené que frustró cualquier posibilidad remota de los suyos. Porque si al hecho de no rematar a portería hasta el minuto 80 le sumamos buscar el empate con uno menos, la misión era casi imposible. El rayismo y sus futbolistas cerraron filas celebrando la nuit parisienne. A Europa, vía París.