Recuperar el nombre olvidando un «apellido» hueco

Recuperar el nombre olvidando un «apellido» hueco
Detalle del Marcador en Anoeta en el partido ante la Real Sociedad.

Opinión. Ahora que tanto se habla de Europa, quizá haya llegado el momento de echar la vista atrás y recuperar símbolos del rayismo totalmente abandonados en otra época. ¿Por qué no un referéndum sobre el nombre del club?

Opinión. Hoy que se habla tanto de Europa, de la Presidenta Angela Merkel -porque no creo que nadie tenga dudas de quien corta el bacalao en el viejo continente-, de los recortes, de la ‘troika’, de los re-recortes y del TAS, hoy, me gustaría hablar de lo más cercano, de Vallecas. Ahora que el fútbol nos ha abandonado por un rato, al menos el nuestro, el que más nos importa, ahora que los juzgados, las denuncias, la retirada de denuncias, las licencias europeas y los recursos al TAS o al CAS, toman el relevo, a mí me gustaría hablar de lo más cercano, sí, de Vallecas.

Cuando el Rayo Vallecano, de Vallecas, ha cerrado la mejor temporada de su historia, sin necesidad de apellidos ni renombres, sin tener que parecerse a Atléticos ni Reales, sin necesidad de decir a nadie dónde está, porque el que no lo sabe no vive en este mundo, ha llegado el momento de reivindicar alto y claro lo que al Rayo le corresponde por historia, por tradición y, porque nació como tal y así deberá morir. La Agrupación Deportiva Rayo Vallecano, de cuyo nombre los actuales dueños del Rayo Vallecano de Madrid ya tomaron buena nota registral, debería volver a renombrarse para representar al corazón de Vallecas. Sí, la Agrupación Deportiva Rayo Vallecano, un club profesional dentro de un deporte profesional, con jugadores profesionales y con una afición que se ha ganado a pulso poder elegir el nombre que les representa. ¿A qué hay miedo?¿Cuántos políticos de esos que se esperaban por el palco de Vallecas han venido a poner manos en espaldas y soltar euros o contratos ventajosos para el club que representa a todos los vallecanos? ¿A la señora Botella le gusta que el Rayo Vallecano se apellide «de Madrid»? Seguro. A mí me gustaría que otras muchas cosas se tomaran en serio…

Ahora que se habla de la Europa League y de viajar, con permiso de los que deciden el ‘Fair Play Financiero’, enarbolando la bandera de Vallecas, quizá sea el momento de permitir que los aficionados, los que sienten el escudo, los que recorren kilómetros y kilómetros apoyando a los suyos, los que sacrifican tantos y tantos momentos por estar con su Rayo, puedan decidir si este o aquel nombre les representa. Yo ya no me creo que el «de Madrid» sirva para abrir puertas, lo siento pero no. Vallecas es un barrio enorme, con mucha vida, y el Rayo es uno de sus motores. ¿Por qué abrirnos las puertas a Madrid, España y el Mundo en lugar de centrarnos en el barrio? ¿Por qué querer atraer a aficionados de Fuenlabrada, Móstoles, Bilbao, Berlín o Moscú si no se potencia a los del propio Vallecas? Ojo, que los rayistas de cualquier lugar de España y del mundo lo son de pleno derecho y tanto o más, según los casos, que cualquier vallecano de nacimiento o adopción. Me refiero a que, cualquiera de estos seguidores no son del Rayo por su «apellido», sino por su sentimiento, por su imagen y porque el Rayo, la Agrupación Deportiva Rayo Vallecano, les llenó desde el primer instante.

Los actuales dueños del Rayo Vallecano no entienden de estas cosas, ni lo entenderán jamás. Su visión es limitada porque les falta la pasión de la grada, el sentimiento de la bufanda, el cariño de la bandera y el megáfono y el abrazo de otro aficionado que, como tú, se emociona con un gol en el último minuto de una liga que tenía pinta de enviarte otra vez de vuelta a Segunda. Y ellos, los dueños del club, los que mandan aquí, han decidido que no haya un referéndum, que nadie opine y que tú, fiel seguidor de tu equipo, no puedas decidir si aquel equipo al que amaste, ese equipo al que amas y el equipo al que siempre amarás, se llama como siempre. ¿Por qué no ahora?