Ficha técnica:
Real Betis (2): Adán, Molinero (Fabián, minuto 81), Vargas, Pezzella, Bruno, Petros (A), Joaquín (Cejudo, minuto 62 ), Musonda, Ceballos (A), Molina (Damiao, minuto 55) y Rubén Castro.
Rayo Vallecano (2): Juan Carlos, Quini (A), Zé Castro (Joni Montiel, minuto 45), Llorente (A), Tito, Iturra, Trashorras (A), Embarba (Amaya, minuto 72), Piti, Bebé y Miku (Manucho, minuto 45).
Arbitro: Mateu Lahoz.
Goles: 1-0. Minuto 13. Rubén Castro; 2-0. Minuto 28. Rubén Castro; 2-1. Minuto 47. Manucho; 2-2. Minuto 50. Manucho.
El Rayo Vallecano supo salir de un nuevo problema al remontar otro 2-0, repitiendo la gesta del pasado fin de semana ante el Sevilla. En la tarde de hoy, el Betis, gracias al ex-rayista Rubén Castro, aprovechó las concesiones defensivas franjirrojas para lograr una ventaja inmerecida por juego, pero totalmente justa por efectividad rematadora, obligando a Jémez a superar la línea de la cordura para intentar arreglar el desaguisado en el segundo período. Manucho se encargó del resto.
Para empezar, el técnico vallecano varió caras en el once inicial con Quini en defensa, Iturra en el centro del campo, Piti en la mediapunta y Embarba en el extremo, repitiendo el resto de piezas para buscar una victoria que sacara al equipo de problemas y le impulsara en busca de una tranquilidad merecida por apuesta ofensiva pero exagerada por sus despistes en retaguardia. Los errores dejaron al equipo contra la pared en apenas media hora de juego en la que el balón fue del Rayo y los goles del Betis.
Tras una llegada de Embarba, el primer acercamiento verdiblanco supondría el primer disgusto para los de Vallecas,. Rubén Castro, muy mal defendido, remataría lejos del alcance de Juan Carlos para abrir el marcador (1-0, minuto 13). El ritmo de partido lo marcaba el Rayo, mientras el Betis buscaba la verticalidad y la efectividad para tumbar a un rival directo en la lucha por la permanencia.
El Villamarín explotaba de júbilo cuando el canario Rubén Castro, en claro fuera de juego, volvía a superar a Juan Carlos y ponía un exagerado 2-0 a favor de los suyos ante la desesperación de un Rayo que no merecía tanto descalabro (2-0, minuto 28). Musonda generó el único peligro de los de Merino, más allá de los goles de Rubén Castro, mientras los vallecanos veían como se les apagaban las luces en las inmediaciones del área de Adán. Además, para mayor desgracia, Miku caía lesionado antes del descanso y el panorama se presentaba totalmente negro para los de Jémez.
Manucho logró en apenas cinco minutos igualar el partido
La vuelta de vestuarios mostró dos versiones diferentes de equipos con aspiraciones a permanecer en Primera. El Rayo arrancó la segunda mitad a un alto ritmo, dominador, jugando, buscando a su rival y metiendo todo el 'músculo' ofensivo disponible. Manucho se incorporaba para sustituir al lesionado Miku, Joni Montiel hacía lo propio con Zé Castro y el equipo pasaba a una defensa de tres que sirviera como excusa ante el suicidio o como explicación para una remontada épica.
Trashorras se encargó de allanar el terreno con un gran pase al corazón del área que Manucho no desaprovechó, uno de esos balones repetidos en cientos de ocasiones y que en la mayoría terminan lejos de la portería, pero que hoy acabaron suponiendo el tanto que metía al Rayo en el partido (2-1, minuto 47). El Rayo se anticipaba, robaba, seguía presionando y apretando en busca del empate, premio que lograría cuando de nuevo Manucho, tras el lanzamiento de una falta lateral, logró el segundo de su cuenta particular en la noche sevillana (2-2, minuto 50).
Tras el empate, el partido siguió abierto y el Rayo, manteniendo su apuesta de tres atrás, buscó la 'machada' definitiva. Piti, que estuvo a buen nivel, al igual que Iturra en su faceta más rocosa, dejó un buen balón para que Bebé rematara desviado, siendo posteriormente Embarba el que pondría a prueba a Adán con un remate tras pase de Bebé a Manucho, que no llegó por poco. El angoleño defendía las jugadas a balón parado en área propia, aguantaba los balones arriba y buscaba los remates. Un intento de cabeza, muy centrado en esta ocasión, supondría el último acercamiento con evidente peligro de un Rayo que terminó sufriendo y con diez jugadores y medio sobre el césped, tras caer lesionado Joni Montiel (que terminó el partido totalmente mermado físicamente). Para entonces, Jémez ya había recompuesto la situación dando entrada a Amaya en lugar de Embarba, anticipando la presión final y a la desesperada de los béticos.
Con el 'arreón' final de los locales llegarían acciones de estrés defensivo para los de Vallecas. Un balón que se paseó por delante de las inmediaciones de Juan Carlos y un remate de Ceballos a la cruceta, con el tiempo cumplido, pondrían el broche definitivo a un partido marcado por los goles de Rubén Castro y la respuesta de Manucho.
