El Rayo Vallecano celebró esta mañana su Junta General de Accionistas, un 'trámite' que en esta ocasión quedó empañado por un error que provocará una nueva convocatoria extraordinaria para poder aprobar el presupuesto de la temporada 2015-16. Raúl Martín Presa, accionista mayoritario de la entidad, acompañado de varios de sus colaboradores más cercanos, como Luis Yáñez y José María Sardá, afrontó la asamblea justificando las razones que habían provocado el retraso de la convocatoria. Al parecer, un cambio de auditor por jubilación del anterior provocó que la asamblea se retrasara varios meses, circunstancia que fue muy criticada por el resto de accionistas del club.
Las cuentas anuales de 2015 (cerradas a 30 de junio del pasado año) serían aprobadas por el 97,95% del capital social, para un total representado en la sala de prensa de la ciudad deportiva del 98,02%. Este sería uno de los primeros pasos a dar, aprobándose por unanimidad la aplicación del resultado y llevando la "discusión" a uno de los momentos más inverosímiles de lo ocurrido hoy en Vallecas. Un error en la confección de las cuentas, que reflejaban un beneficio antes de impuestos muy inferior al real, provocó que las mismas no pudieran ser aprobadas obligando a convocar una nueva junta extraordinaria cuando el 'lapsus' esté solventado.
Entre tanto, las noticias iban surgiendo a lo largo de las cuatro horas y media que afrontaron los presentes. Entre ellas, que el Rayo no descarta realizar una gira de verano que potencie su imagen a nivel internacional, reforzando la idea que tiene la actual directiva franjirroja de expansión y apertura hacia el exterior, algo que quedó patente al hablar de la franquicia americana comprada en Oklahoma. Según lo explicado, el Rayo Oklahoma City cuenta con un capital social de tres millones de dólares, de los que el Rayo posee el 65%, siendo el 35% restante propiedad de un inversor de la ciudad americana. En este apartado se explicó que la idea es estar "bien posicionados" en una competición como la NASL, supuestamente en expansión, sirviendo además como 'banco de pruebas' para algunos jugadores que a futuro pudieran interesar al conjunto vallecano. La intención de los propietarios de la entidad vallecana es alcanzar rentabilidad "a largo plazo" a una inversión que fue bien acogida por el presidente de la liga, el ex-asesor del Rayo en su concurso de acreedores, Javier Tebas.
Como nexo de unión con el pasado, aparte del mencionado presidente de la LFP, apareció el nombre de Jesús Fraile, ex-gerente del Rayo en la etapa de la familia Ruiz-Mateos y actual gerente del restaurante "La Franja", propiedad del club vallecano en su totalidad. El presidente de la entidad vallecana alabó la figura de Fraile, destacando su trabajo y honestidad y defendiendo su labor al frente del club cuando este vivió los momentos más difíciles de su historia con la salida de los anteriores propietarios, aprovechando una vez más para 'desmarcarse' de la idea de cercanía hacia un Ruiz-Mateos con el que Presa afirmó que nunca llegó a hablar. La totalidad del consejo de administración aprobó su nombramiento en Julio, así como el lanzamiento del nuevo restaurante, y hoy se ratificó por amplia mayoría del capital social, una vez más, en la Junta de accionistas, aun contando con el voto en contra de varios de los presentes, que poseen una parte minoritaria de las acciones del club pero que también quisieron dejar constancia de su posición contraria (incluida la franquicia en Oklahoma).
Entre otras cuestiones, se valoró en 40.000 euros los gastos de gestión y presentación de recurso en el TAS para conseguir una licencia europea que finalmente no fructificó y se intentó explicar por qué cuando el estadio parece casi lleno salen cifras en las que faltan 1.800 espectadores (apoyados en el último ejemplo, el partido ante el Getafe con todas las entradas prácticamente vendidas). Además, Luis Yáñez indicó que varios compradores habían puesto sobre la mesa ofertas para hacerse con el club, desestimadas por Martín Presa que calificó alguna de ellas como "cifras mareantes", añadiendo que no está en marcha negociación alguna con Paco Jémez para la renovación de su contrato, incidiendo que ahora es momento de pensar en salvarse y no de hablar de contratos o renovaciones.
Con el turno de ruegos y preguntas se puso punto y final a una junta que superó ampliamente las cuatro horas y que tendrá su continuidad en la que se convoque para aprobar el presupuesto.
