PUBLICIDAD

RAYO 2 - VILLARREAL 1. Crónica

¡¡SÍ, SE PUEDE!! ¡¡SÍ, SE PUEDE!!

Los de Jémez sumaron tres importantes puntos en su lucha por la permanencia

Escrito por Domingo, 17 Abril 2016

    El Rayo Vallecano derrotó al Villarreal con goles de Javi Guerra y Miku y ve cómo se aclara su futuro. La afición de Vallecas volvió a ser fundamental en la victoria de los suyos.


    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (2): Juan Carlos, Quini, Zé Castro (Jozabed, minuto 66), Crespo (Amaya, minuto 47), Tito, Llorente, Trashorras, Pablo Hernández, Bebé (Manucho, minuto 78), Miku y Javi Guerra (A).

    Villarreal (1): Areola, Mario, Víctor Ruiz, Jonathan Dos Santos, Leo Baptistao, Trigueros, Denis Suárez (Rodrigo, minuto 72), Adrián (Bakambu, minuto 68), Bailly, Marín (A) y Alfonso (Nahuel, minuto 59) (A)

    Arbitro: Iglesias Villanueva.

    Goles: 1-0. Minuto 7. Javi Guerra; 1-1. Minuto 18. Adrián; 2-1. Minuto 80. Miku.


    El Rayo Vallecano ha aparcado la tensión, los nervios, la presión y la autocompasión y lo ha hecho para convertirse en un rival capaz de plantar cara, dominar, controlar y doblegar a cualquier rival, sea de Champions o de la Europa League, aspire al título o a mantener la categoría. ¡¡Sí, se puede!! gritaba Vallecas y ya no es que se pueda, es que se debe salvar por su personalidad, por su fútbol, por su talante pero también por su talento y se debe mantener por su gente. Lo de Vallecas, por conocido, no deja de sorprender. El espectáculo de la grada de este 'mini-estadio' es digno de un estudio sociológico. Lo del Rayo con Vallecas y viceversa es inigualable y la que aspira a ser la mejor liga del mundo no puede permitirse el lujo de perder un valor imposible de conseguir en ningún otro lugar de nuestra geografía.

    La 'gran final' de esta tarde no contó con la presión de un duelo de tú a tú con un Getafe o con un Granada y eso, descargada la tensión de no sumar y permitir que tu rival lo hiciera, ayudó a un equipo que ha recuperado a Javi Guerra como goleador, que sigue contando con la constancia y el buen hacer de Trashorras y, desde hace algún tiempo, la consistencia defensiva que tantos puntos le ha costado a lo largo de la temporada. Con la suma de todos, este Rayo se parece a cualquier cosa menos a un equipo que lucha por evitar el descenso y el Villarreal lo sufrió desde el primer minuto.

    Los de Marcelino, que llegaban a Vallecas con bajas y dando descanso a varios de los jugadores titulares que tan buen papel están haciendo en liga y en competición europea, plantearon un partido basado en la paciencia y buscando lo que tantas veces ha funcionado ante este equipo, un fallo defensivo que allanase el camino y que provocara que la tensión hiciera el resto del trabajo. Su idea era incomodar la salida del balón franjirrojo pero sin volverse locos, es decir, molestar pero sin perder el sitio, evitando que al ser superados hubiera ventaja numérica. Solo cuando Javi Guerra anotó el 1-0 en el primer remate con intención sobre la portería de Areola se vio un cambio de intensidad en los castellonenses que, enrabietados, buscaron con más ahínco el área de la portería defendida por Juan Carlos.

    Tras varios acercamientos de los de Jémez, que aprovecharon la movilidad de Pablo Hernández metiéndose entre líneas y la profundidad de Bebé y su 'turbo' para inquietar a los levantinos, sería Adrián el que con un gran toque superase al meta local por alto para colocar el empate que devolvía la tranquilidad a los visitantes. Con la igualada todo volvió a su estado inicial, el Rayo controlaba el balón y el Villarreal esperaba en su campo bien colocado y confiando en la capacidad rematadora de Leo Baptistao o del propio Adrián para lograr una victoria que les garantizase casi de manera definitiva el cuarto puesto en la tabla.

    Javi Guerra y Llorente estuvieron cerca de conseguir el segundo para el Rayo, pero sus remates no encontraron el premio que buscaba Bebé con sus continuos pases y remates desde el costado. El partido avanzaba, la afición jugaba su partido y el Rayo confiaba en sumar tres puntos que hicieran ver el futuro con una nueva cara.

    La segunda mitad arrancaría con un ritmo menos intenso y con contratiempo, a modo de lesión, para los franjirrojos. El central Crespo debía abandonar el partido por problemas físicos, siendo sustituido por un Antonio Amaya que aportó aplomo y seguridad al equipo en su línea más inestable. Con el paso de los minutos, el choque se convirtió en un quiero y no puedo por parte local y en un nadar y guardar la ropa de los de Marcelino que, viendo que la victoria era casi imposible, al menos sumaban un buen punto.

    La baja del otro central, Zé Castro, también con problemas físicos, sirvió para recuperar a Jozabed para la causa, devolviendo al centro de la zaga a Llorente, que había rayado a buen nivel junto a Trashorras. El Rayo seguía manteniendo el balón, pero su aportación ofensiva había decaído, lo que hacía pensar que el duelo se resolvería con un reparto de puntos que Miku conseguiría reconducir. Un extraordinario remate de cabeza del venezolano supuso, a falta de diez para el final, la explosión definitiva del Estadio de Vallecas que, con sufrimiento pero con gran fe, defendió con uñas y dientes lo conseguido por su equipo. El ambiente se hizo imposible de superar para los visitantes, que vieron escapar un punto por no buscar tres, mientras el Rayo sumaba tres por no conformarse con un uno. La salvación, a falta de cinco jornadas, está más cerca y ahora más que nunca, ¡¡Sí, se puede!!

     

    Escucha PxR Radio

    SÍGUENOS EN TWITTER