Ismael Gil es el capitán y uno de los hombres fuertes del vestuario del Rayo Vallecano B, recientemente descendido a Tercera División. El portero del filial siempre da la cara y, en un momento como este, nos explica sus sensaciones.
Se intentó hasta el último momento, tuvisteis ocasiones ante el Real Madrid C, pero no pudo ser.
Definitivamente estamos en Tercera. Me siento muy orgulloso del equipo, que ha dado la cara en todo momento y, aunque es verdad que también hemos tenido partidos malos, como capitán y como miembro de esta plantilla me siento muy orgulloso de haber compartido minutos con el míster, con los jugadores… Jorge estaba destrozado, compañero desde hace trece años, puede que ese fuese nuestro último partido juntos y eso influye en el estado de ánimo. Lo importante es que hemos defendido la franja, pero se nos ha escapado.
La habéis defendido jugando al fútbol, pero los resultados os han dado la espalda.
Desde arriba nos han enseñado eso, que tenemos que jugar al fútbol y el equipo lo ha demostrado. Partidos como el de Oviedo, Salamanca… contra rivales muy duros y el equipo ha jugado muy bien. Cuando no entra la pelota, es lo que pasa, que tienes que estar muy bien atrás para no encajar ningún gol y los empates han demostrado que el equipo ha estado muy bien defensivamente también. Lo que nos ha faltado ha sido meter la pelotita, pero no hay que reprochar nada a estos jugadores, porque seguro que van a llegar todos muy alto. No se acaba nada aquí. Estoy muy orgulloso de pertenecer a este club y, sobretodo, a esta plantilla.
Fue un momento complicado para Jorge, que era el que más afectado estaba, aunque fue duro para todos.
A mí me tocó el día de Leganés, que me derrumbé, a Alcañiz le tocó el fin de semana pasado, y el domingo a Jorge. A los que somos más veteranos, aunque yo me siento joven porque tengo 24 años, que sabemos que se puede acabar estar en un filial y jugando juntos y que definitivamente estamos descendidos, en Tercera, pues nos influye mucho y te derrumbas al final del partido. Jorge sabe que no fue culpa suya por fallar el penalti, porque hay que tener la valentía de tirarlo y es una lotería. Hay que quitarle el peso a él, como compañero y como amigo, y que sepa que va a llegar muy alto, porque es un jugador excelente y una persona aún mejor.
Ahora toca pensar en el futuro.
Toca esperar. Sé que terminamos contrato todos los porteros. Rubén regresa de su cesión al Málaga y a mí se me acaba, por edad, estar en el filial y me gustaría estar en el primer equipo. Llevo trece años en el club, siempre he estado ahí y, aunque me ha faltado el poder debutar, estoy tranquilo. Ese es un tema que llevan mis agentes, que siempre me han tratado muy bien, y confiar en el club para que me dé esa oportunidad, y si no puede ser, intentaré buscar otra cosa, aunque siempre desde la tranquilad porque hasta el 30 de junio tengo contrato y confío en que me den una respuesta rápida y poder quedarme aquí. El Rayo es mi vida, llevo muchos años aquí, me he criado futbolística y personalmente aquí. Estoy esperando eso, pero tranquilo.
Como repaso rápido a todos esos años en el club…
Me quedo con muchos momentos, con gente como Jorge Sáez o Alcañiz, Mata, Jaime Guadaño, Alvaro, Javi… muchos compañeros que he tenido. Recuerdo el ascenso a Segunda B, el campeonato del División de Honor… me quedo con muchos momentos. Lo último ha sido una experiencia más. Estoy muy orgulloso de haber estado durante trece años en el club, aunque esto no es una despedida porque creo que voy a seguir aquí.
