El portero del Rayo Vallecano, Stole Dimitrievski, comenzó a parar el penalti decisivo ante el F.C. Barcelona desde el mismo momento en que Mateu Lahoz señalaba la pena máxima. El macedonio comenzó su 'actuación psicológica' abandonando la portería para acompañar a sus compañeros en las tímidas protestas iniciales a Mateu y, después, puso toda su atención en el lanzador del penalti, un Memphis Depay que estaba serio, aparentemente concentrado y queriendo estar ajeno a lo que sucedía a su alrededor.

El delantero holandés colocó el balón en el punto de penalti y tuvo que 'aguantar' que Dimitrievski se agachara junto a él y comenzara la guerra psicológica que el macedonio iba a terminar ganando. En la imagen que acompaña a este artículo se puede apreciar claramente la seriedad del lanzador y la sonrisa de un Dimitrievski que tenía estudiado a su rival y que terminó intuyendo el lanzamiento para detener un penalti histórico. Dimitrievski ganó claramente la guerra psicológica a Memphis.